En esta ocasión, ha citado a sus pupilos, Clara Aznar y Adrián Rodríguez, pilotos de skeleton, y a Leanna García, de bobsleigh, en una cala de Blanes sin darles más información, que las instrucciones de llevar una linterna, una gorra y un spray antimosquitos.
Allí les dio una clase de submarinismo para pilotar sobre hielo. "Llevaba meses con este proyecto para trabajar las habilidades de pilotaje fuera del hielo. Era como el puenting pero un poco más avanzado. Con monitores, la actividad iba desde el nivel más básico hasta pasar por una chimenea o ir con los ojos cerrados".
Escenarios desconocidos
El proyecto, que está amparado por el gabinete psicológico del Consejo Superior de Deportes, pretende que los pilotos salgan de su zona de confort y gestionen el estrés con escenarios desconocidos. “Que cuando vayan a un circuito nuevo sepan que tienen habilidades para superar ese reto”.