Centro de estadísticas del Alemania-España
A cinco días de comenzar el Eurobasket, las pruebas ya se pueden dar por concluidas. España, que ha perdido cinco de sus seis encuentros amistosos, sabe que todo éxito pasa por mejorar en defensa y evitar marcadores altos que obligan a un sobreesfuerzo en ataque. Y de talento ofensivo no va sobrada.
Para este último ensayo, Scariolo inició con un quinteto alto, con De Larrea como 'bajito' con su 1,98 y con Aldama jugando de 3 con sus 2,13. La apuesta, en los primeros cuatro minutos, salió bien. El de los Grizzlies anotó los ocho primeros puntos de España (7-8). Pero en cuanto comenzaron los cambios para mantener la misma intensidad defensiva, todo se vino abajo. Schroder, ante un inexperto Saint-Supéry que además volvía de lesión, se creció y lideró un 8-0 con el que abrió un hueco imparable ya hasta el final del primer cuarto, que concluyó 24-11 con casi cuatro minutos de sequía hispana y varias pérdidas evitables.
Necesitaba anotación La Familia y volvió Aldama. Sumó un nuevo triple, pero él solo no podía con todos los recursos del enemigo. Franz Wagner y Bonga hicieron de las suyas para abrir una brecha preocupante de +18 (36-18, min. 13) gracias a su acierto exterior.
En ese momento, a Brizuela le tocó el rol de base. Algo que deberá hacer también en el Eurobasket, no hay otra. Casualidad o no, con tres buenas defensas seguidas y cinco puntos de Yusta, se redujo la diferencia (38-31). Mumbrú reaccionó para decirles a sus pupilos cómo defender a la Mamba Vasca. Le entendieron, subieron un punto la defensa y forzaron varias pérdidas que les permitieron correr y firmar otro 8-0. Por fortuna, De Larrea por fin se atrevió a lanzar, y a acertar, dos triples consecutivos, y el castigo fue menor. Al descanso, 49-39.
Tras la vuelta al parqué, y como ocurrió en Madrid hace dos días, España siguió haciendo la goma. A cada estirón local, con Wagner y Schroder como estiletes, le respondía con una dosis de orgullo y buena selección de tiros. Que se iban de 13, pues se bajaba a cinco con dos triples de Parra y De Larrea (58-53, min. 26). Un juego peligroso y que pilló a los españoles en la racha mala al final del cuarto, que acabó con 65-54.
Pero si algo tiene esta selección todavía campeona de Europa es su competitividad y que (casi) nunca hay que darla por muerta (76-71, min. 35). Sin embargo, cuando recibes un 12-0 en menos de dos minutos, ya en la recta final, no es posible levantarte. Un triple de Schroder, que no paró de provocar con sus gestos y actitudes, especialmente a Aldama, dejó claro que el triunfo caería del lado germano. El marcador final, 95-78.