Centro de estadísticas del Bàsquet Girona-Casademont Zaragoza
La única historia de este partido fue la enorme superioridad de los maños, o la gran endeblez de los catalanes, en unos primeros 10 minutos que ya dejaron encarrilada la victoria para los primeros (13-31). Basta decir que Bell-Haynes anotó en ese tiempo 12 puntos él solito, uno menos que todos los rivales.
Si bien la distancia fue menguando en el segundo cuarto (39-48), cuando incrementaron el ritmo de tiros a canasta y anotaron 32 puntos con unos atinados Fjellerup, Iroegbu y Marcos (23 entre ambos), la realidad es que el triunfo no corrió peligro al alcanzar el descanso porque por ahí pasaba Slaughter con 11 unidades y tres triples incluidos (45-56).
La situación se tornó más negra aún para el Girona tras anotar la primera canasta de la reanudación. Desde entonces, un 0-11 que elevó la ventaja a 20. De nuevo hubo un pequeño intento de raza y orgullo, insuficiente para acercarse en demasía a un marcador que controlaban con tranquilidad los de Porfi Fisac y donde Spissu dirigía a su antojo y Mencía dominaba la zona.
Al último acto se llegó con 62-75. Por como iban las cosas, un imposible soñar con la remontada. Aun así, es de destacar que los rojiblancos, especialmente Juani Marcos e Iroegbu, lo intentaron, se acercaron a siete (83-90, min. 35), pero ahí se quedaron. Un último acelerón del Casademont, liderado por Spissu y Santi Yusta, selló definitivamente el triunfo.
Los MVP
Iroegbu, en el bando perdedor, fue el máximo anotador con 17 puntos y también de valoración. Los mismos que Juani Marcos, que acabó con 14 puntos y 9 asistencias. Por el Zaragoza, Spissu, Bell-Haynes y Santi Yusta acabaron los tres con 16 puntos.