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El Lleida ya roza la salvación ante un UCAM que deja sus deberes para el final (79-77)

Corey Walden, en un tiro acrobático ante la defensa de Hakanson
Corey Walden, en un tiro acrobático ante la defensa de Hakansonacb Photo / Pol Puertas
El Hiopos Lleida, si bien no aún de forma mátemática, ha dejado más que encarrilada la permanencia una temporada más en la élite del baloncesto español tras su victoria ante un UCAM Murcia que tiene ya casi imposible poder jugar los playoffs por el título. Una reacción a última hora de los visitantes liderada por Hakanson a punto estuvo de permitirles remontar, pero resistieron los catalanes.

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No quedará en la memoria la primera mitad que protagonizaron ilerdenses y murcianos, especialmente estos, con un tanteo tan bajo, 36-24, que provocó hasta bostezos en el pabellón y delante del televisor. Y eso que ambos tenían objetivos ambiciosos, a su manera cada cual. Quizás por ello, por esa responsabilidad, no dieron ni una ante el aro. O quizás es que no dan más de sí. El caso es que el primer cuarto, con un pírrico 18-13, ya fue un atisbo de lo que estaba por llegar. El segundo no le fue a la zaga, 18-13.

Por destacar algo en lo positivo, Bozic se hartó de recuperar posesiones para los locales, hasta cuatro, además de anotar cinco puntos y capturar tres rebotes en esos primeros 20 minutos. Y Batemon le acompañó con nueve puntos para liderar al Lleida. En el UCAM no pudieron superar el 2/11 en triples ni las 13 pérdidas de balón. Imposible así. 

Antetokounmpo y Hakanson

Lo bueno para los universitarios era que peor era casi imposible hacerlo. Y si bien volvieron fríos al parqué y llegaron a perder de 17, la insistencia de Antetokounmpo, el hermanísimo de la estrella NBA, y dos triples de Radebaugh permitieron llegar al último cuarto por debajo de la decena (56-47). 

Pero cuando parecían los de Sito Alonso haber cogido velocidad de crucero, volvieron a las andadas. Sólo Hakanson estaba al nivel requerido. Al Lleida, sin embargo, se le aparecieron Raúl Villar, con su lectura de juego, y Pierre Oriola, con su dominio en la zona, para recuperar la iniciativa del encuentro y colocar el tempo que mejor les convenía. Abrieron hueco de +15 y sólo el vértigo de verse con la permanencia casi sellada les hizo temblar en el rush final. Pecado capital que hizo al UCAM meterse de nuevo en el choque y ponerse a solo un punto a 11 segundos. La sangre fría de Batemon en los tiros libres acabó con las esperanzas murcianas y el Lleida, aunque aún no matemáticamente, tiene la permanencia en el bolsillo. Cuestión de nada que la puedan celebrar la próxima semana. 

El UCAM, por su parte, subcampeón de la acb, ya puede ir despidiéndose de los playoffs. A cuatro jornadas, están a dos del octavo, el Baskonia, y entre medias está el Manresa, también a dos victorias.