Los Pacers, el equipo revelación de estos playoffs, se rehicieron de la rotunda derrota del domingo aprovechando el empuje del público de Indianápolis, totalmente encendido por el primer partido de las Finales que hospedan en 25 años.
"Amamos jugar delante de nuestros aficionados", agradeció Haliburton.
"Nos encanta estar aquí. Se merecen un básquetbol de alto nivel y de alto riesgo, y eso es lo que les estamos dando ahora mismo", dijo el base sobre una afición ansiosa por alcanzar el primer anillo de campeón de su historia.
Este miércoles Haliburton ofreció su primera gran actuación de las Finales al firmar 22 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias y contribuir a que el resto de las figuras locales entregara su mejor versión.
El ala-pívot Pascal Siakam logró 21 puntos pero el máximo anotador de la noche fue el joven alero canadiense Bennedict Mathurin con 27 tantos, la mayor cantidad para un suplente en las Finales desde Jason Terry en 2011.
El banco de los Pacers fue la clave del triunfo, al aportar un total de 49 puntos por sólo 18 del de Oklahoma City.
Los Thunder dependieron en exceso de su líder Shai Gilgeous-Alexander, el Jugador Más Valioso (MVP) de esta temporada, que terminó con 24 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias, así como de sus otras figuras Jalen Williams (27 puntos) y Chet Holmgren (20 tantos y 10 rebotes).
Gilgeous-Alexander se quedó por primera vez por debajo de la treintena de puntos, sin llegar a imponer su dominio en un partido muy igualado que se decidió con un acelerón de los Pacers a pocos minutos del final.
"Jugaron muy bien, con mucha energía. Fueron físicos, presionaron y lo mantuvieron durante gran parte de los 48 minutos", reconoció el entrenador de Oklahoma City, Mark Daigneault.
Primeras Finales en 25 años
Cuarto sembrado de la Conferencia Este, los Pacers siguen sin estar por detrás en el global de ninguna de las eliminatorias, en las que anteriormente eliminaron a los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo, a los New York Knicks y a los Cleveland Cavaliers, primer cabeza de serie.
En cambio los Thunder, el mejor equipo de la fase regular, ya tuvieron que levantar un 2-1 en contra en las semifinales del Oeste, frente a los Denver Nuggets.
Ahora están prácticamente obligados a sacar un triunfo del cuarto partido, el viernes en el Gainbridge Fieldhouse, que el miércoles vistió sus mejores galas para albergar las segundas Finales de su historia.
Su única experiencia previa fue la derrota de 2000 ante los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant.
Reggie Miller, líder de aquellos Pacers, estuvo este miércoles en la primera fila junto al legendario Oscar Robertson, otro mito del básquetbol en Indiana.
La noche de Mathurin
Una de las grandes incógnitas era si Haliburton arrancaría con mayor agresividad ofensiva que en los dos juegos anteriores, en los que se fue al descanso con sólo 6 y 3 puntos.
El base resolvió rápidamente las dudas al asumir el protagonismo en un primer cuarto convertido en un intercambio de golpes.
Del lado de los Thunder, Chet Holmgren se encargó de 16 de los primeros 34 puntos sin que Siakam ni Myles Turner encontraran la forma de contenerlo.
Los Thunder dominaban el marcador hasta que Haliburton comenzó a recibir ayuda de su segunda unidad. Mathurin entró en combustión con 14 puntos en sólo seis minutos del segundo cuarto y el base T.J. McConnell fue otro revulsivo con 10 puntos, 5 asistencias y 5 robos.
Los Pacers redondearon un gran segundo cuarto ofensivo con un total de 40 puntos, pero Oklahoma City se metió de nuevo en el partido con una racha de 8-0 al volver del vestuario.
El choque, que ningún equipo llegó a dominar por dobles dígitos, se decantó del lado local con un acelerón de 9-2 que le dio un colchón suficiente a cuatro minutos para el final.
Myles Turner selló la victoria con un monumental tapón a Holmgren que disparó la euforia del público de Indiana, que está a dos triunfos de conseguir uno de los títulos más sorprendentes de los últimos años.