32 ligas, las 15 últimas de manera consecutiva, hablan a las claras del extraordinario e histórico dominio que el Barça ejerce en el balonmano español. No tiene rival alguno por mucho que algunos lo intenten año a año. A veces ganando todo lo que se juega, en otras, como en ésta campaña, con un balance momentáneo de 24-2. Suficiente para seguir alimentando su leyenda.
Basados en ataque en el trío francés formado por Dika Mem, Tim N'Guessan y Mel Richardson, y en el cerrojo que pusieron atrás los porteros Emil Nielsen y el mítico, ahora lesionado de gravedad, Gonzalo Pérez de Vargas, el cuadro azulgrana ha vuelto a proclamarse campeón de liga.
Sólo el Granollers, que rompió la imbatibilidad de la que gozaba el Palau Blaugrana desde el 2018, ha plantado algo de batalla. Pero aun así, jugará sus seis últimos encuentros -dos más que el Barça- ya sabiendo que no hay opciones de título. Está a 12 del campeón con 12 como máximo por alcanzar, pero con el average perdido.
Ahora, una vez cumplido con el 'trámite' de ganar en España, el Barcelona intentará recuperar su hegemonía europea con la conquista de su 13ª Liga de Campeones. El jueves, por lo pronto, jugará la ida de los cuartos de final contra el Szeged, equipo húngaro.