España ha perdido los tres partidos de la segunda fase. Especialmente doloroso fue el primero ante Noruega, desperdiciando una renta de cinco tantos. Después, la derrota frente a Portugal nos acabaría mandando a casa de manera matemática. Y, por último, el trámite ante Brasil también se resolvió con un resultado negativo.
Lo cierto es que los Hispanos están en un período transición, como se pudo ver en el pasado Europeo. En un campeonato, en el que España llevaba cinco ediciones consecutivas subiendo al podio, una derrota contra Croacia, una victoria frente a Rumanía y un empate ante Austria provocaron la eliminación en la fase inicial.
Entre medias, unos Juegos Olímpicos que se saldaron de manera brillante con una medalla bronce, en París, que volvió a mostrar el nivel de la selección española pese a los cambios y a la renovación.
El futuro
España cuenta con jugadores de renombre a nivel internacional como Álex y Dani Dujshebaev, Gonzalo Pérez de Vargas en la portería o Ferran Solé. Pero también cuenta con un gran número de jugadores jóvenes, con un futuro esperanzador, que disputaban su primera gran cita. Es el caso de Ian Barrufet, Carlos Álvarez, los hermanos Cikusa...Esa falta de experiencia se ha podido notar en un campeonato muy igualado y en el que Portugal o Brasil han dado un paso al frente.
Así veía Jordi Ribera la situación del equipo nacional tras caer ante Brasil. "Nos vamos tristes, porque este no era el objetivo. Todos, como siempre, venimos con la ambición de ganar. El objetivo era estar en cuartos de final. No ha podido ser y nos vamos con tres últimas derrotas. La de Noruega fue quizá la que nos dolió más por el momento y porque nos podía dar un colchón para llegar a este último partido con opciones; con Portugal tuvimos cinco minutos que nos apagamos y Brasil no está donde está por casualidad, tiene un potencial físico, capacidad de lanzamiento, jugadores que están teniendo ya mucha experiencia en Europa y nos ha sabido coger esos cuatro goles de ventaja".
El seleccionador nacional añadió: "Las derrotas hay que entenderlas como derrotas, como puntos de inflexión, como impulsos hacia delante para que el equipo mejore. Evidentemente, hemos tenido también experiencias positivas con momentos brillantes, pero, como es normal, un equipo en construcción ha tenido sus lagunas y que en una competición como esta se pagan caras”.