El cuadro de Jordi Ribera mide fuerzas con Chile, que se presenta como el rival más asequible del Grupo F (compuesto también Suecia y Japón). Los Hispanos se ejercitaron este miércoles en el Nadderud Arena –pabellón secundario en la sede de Oslo– durante una hora con el fin de perfilar los últimos detalles antes del debut. El entreno discurrió con normalidad y sin contratiempos, así que los 18 hombres desplazados a suelo nórdico están disponibles.
Este será el cuarto enfrentamiento que van a protagonizar ambas selecciones, el tercero en partido oficial. Hasta la fecha, el balance es muy positivo para el plantel europeo, que se ha impuesto en todos los envites. El último, en el Mundial de 2023, se saldó con un contundente 34-26. Otro aspecto que evidencia la diferencia entre ambos conjuntos tiene que ver con los Juegos Olímpicos: del bronce olímpico de España a la no participación del cuadro sudamericano.
"Es un equipo luchador que va a estar fresco; además, dispone de siete u ocho jugadores que están acostumbrados a tener un nivel alto, así que para ambos va a ser un test importante. Hay que tener como referencia el último partido en Castellón, que mantengamos la intensidad defensiva, la fluidez en ataque... Tenemos que construir nuestra identidad partido a partido y si podemos hacerlo a través de estímulos positivos, mucho mejor", dijo Jordi.
"No podemos fijarnos exclusivamente en lo que el equipo era. Este conjunto ahora es nuevo, en parte por el índice de edad que tenemos; y el calendario es el que es, debemos aceptarlo así. Es el primer partido, ante Chile, y tenemos que prepararlo lo mejor posible", señaló el técnico durante la previa. Su discurso va en una línea similar a la expresada recientemente por Álex Dujshebaev en una entrevista con Flashscore que puedes leer aquí.