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Los Hispanos empatan heroicamente ante Suecia tras una segunda parte espectacular (29-29)

Daniel Dujshevbaev, jugador español de balonmano
Daniel Dujshevbaev, jugador español de balonmanoBEATE OMA DAHLENTB/AFP
España remontó de forma heroica para empatar ante Suecia y se clasificó como segunda de grupo. Gonzalo Pérez de Vargas fue el mejor español sobre la pista.

España se enfrentó a Suecia en el tercer partido del Mundial. Los nórdicos eran el primer hueso duro de roer en su camino hacia los cuartos de final. Los de Ribera ya ganaron a Chile y a Japón durante sus dos primeros duelos del campeonato.

En los primeros minutos todo estuvo igualado. Los Hispanos mantuvieron el ritmo que impusieron los Lagergren, Gottfridsson, Wanne y compañía, aunque no por mucho tiempo. Con el 4-4 en el marcador, comenzó el desastre absoluto.

Suecia consiguió imponer su alto ritmo de juego y eso resultó fatal para los intereses españoles. Uno, dos, tres... hasta cinco fueron los goles de ventaja que sacaron los de Apelgren durante la sequía que sufrieron los españoles de cara a portería. Más de seis minutos sin superar a Palicka mermó la confianza de los que hoy eran visitantes.

Daniel Dujshevbaev lamentándose
Daniel Dujshevbaev lamentándoseBEATE OMA DAHLENTB/AFP

Tampoco anduvieron finos en la distribución de balón. Las pérdidas provocaron goles fáciles en contra y la defensa en los ataques estáticos estuvo totalmente superada. Los arreones de Moller junto a un indetectable Lagergren, que acabó con siete tantos en la primera parte, volvieron locos a Los Hispanos.

Fueron 30 minutos para olvidar en los que la diferencia en el marcador fue de cinco, 16-11. Si a estas alturas existía algo de vida para los de la casaca negra fue gracias a la actuación de Gonzalo Pérez de Vargas.

Se necesitaba un milagro

Y los suecos también lo sabían. Intentaron dormir el partido nada más dio comienzo la segunda media hora. España intentó insuflar positividad, pero los ánimos eran escasos.

No hubo muchos cambios en el marcador, la diferencia era más o menos constante. Pero cuando parecía que podía decrecer, la figura de Palicka se hizo gigante, nada que hacer.

Entrados en el último cuarto de partido, la diferencia era de seis. Los Hispanos tuvieron oportunidades para meterse en el partido, y no las desaprovecharon. Con 10 minutos por delante, la diferencia se redujo a tan solo dos tantos.

El equipo capitaneado por Gottfridsson era un mar de dudas, al conjunto sueco se le vieron las costuras en el tramo final. Gonzalo sostuvo con sus paradas el resultado, pero el ataque dejó de ser tan prolífico.

Todo estuvo en un puño. España defendió bien estando uno abajo y pudo empatar el partido. El miedo se percibía en los ojos suecos. ¿Ahora qué? Después de todo el camino recorrido, iba a ser un pulso igualado a vida o muerte.

Un tanto desde los siete metros adelantó a los locales, parecía que todo estaba visto para sentencia, pero aún quedaba una oportunidad para España. Tras el tiempo muerto y un golpe franco, Alex Dujshevbaev no falló y empató el partido a 29 consumando una remontada igual de espectacular que de celebrada.