La nueva generación encabezada por los hermanos Cikusa, Jan Gurri, Víctor Romero o Ian Barrufet fue la que dio la cara ante los brasileños, quienes ya tenían el billete para los cuartos de final asegurado.
Sin presión, salieron mejor plantados en pista, ganando la batalla a la defensa española y aprovechando cualquier mínima concesión para abrir distancia mientras a España le costaba carburar ofensivamente. Ahí estuvo mientras Sergey Hernández para sostener a España y evitar que Brasil se escapase.
Fue en el minuto 15, con 4-8, y tras un tiempo muerto de Ribera, cuando irrumpieron los hermanos Cikusa, muy bien secundados por la energía de otros jóvenes talentos Jan Gurri o Víctor Romero. Dotaron de vértigo y electricidad al ataque para castigar a la zaga rival e ir recortando las distancias al mínimo las distancias antes del descanso.
Tras la reanudación, Brasil aceptó el ‘reto’ de España de imprimirle máxima velocidad al juego y el partido entró entonces en un bonito intercambio de golpes. En el lado español, Petar Cikusa asumía plenos galones en el ataque. Pero apareció la figura del guardameta Martins Nascimento, para contener las tentativas de España por darle la vuelta al partido.
Pese a todo, España consiguió reducir al máximo las distancias teniendo, incluso, el empate en una jugada tejida a toda velocidad por el cuadro español sobre la bocina, que acabó con Ian Barrufet doliéndose en el suelo tras chocar con el portero carioca. No fue considerada como infracción y ahí murió finalmente el encuentro.