Inicialmente volcado en el fútbol americano, este joven de 25 años, originario de Green Bay (Wisconsin), tuvo un momento de crisis personal en su etapa universitaria, coincidiendo con la pandemia del Covid-19, y se alejó temporalmente del deporte, lo que le hizo encadenar pequeños trabajos como el de vendedor en una tienda de telefonía móvil.
"Después de la escuela secundaria, fui a la universidad para hacer foot (fútbol americano). Pero no funcionó por diversas razones, así que pasé a otra cosa, al atletismo", explicó Tinch en una de sus conferencias de prensa previas a esta cita japonesa.
En 2019 obtuvo ya unos primeros resultados prometedores como atleta en el circuito universitario, pero en 2020 llegó la pandemia y su progresión se cortó en seco.
"Perdí por completo la motivación por el deporte", explica el vallista, que tuvo ahí diversos trabajos para ir subsistiendo mientras estudiaba.
Una llamada providencial
Su historia podía haberse detenido ahí, pero el atletismo volvió a entrar en su vida de la mano de su amigo y excompañero de entrenamiento Trayvon Ferguson.
"Un día, a finales de 2022, me llamó y me dijo que le habían aceptado en una universidad de Pittsburg, pero que había dicho al entrenador que si le querían a él también tenían que aceptarme a mí", cuenta Tinch.
"Pensaba que era una broma, pero luego el entrenador me llamó. Y de un día al otro, dimití, vacié mi apartamento y tomé un avión rumbo a Kansas", recuerda.
Después de casi tres años sin deporte, con la única excepción de partidos de baloncesto en el barrio con sus amigos, Cordell Tinch empezó con entrenamientos regulares a principios de 2023.
En mayo de ese año ganó ya los 110 metros vallas de los campeonatos universitarios de segunda división con un gran crono, aunque con demasiado viento a favor (12.87, pero con +6 m/s).
Atleta versátil, también se colgó entonces el oro en salto de altura (2,21 m) y en salto de longitud (8,16 m).
En junio de 2023 firmó la mejor marca mundial del año (12.96) y participó por primera vez en las hiperexigentes competiciones de selección de Estados Unidos, donde fue segundo por detrás de la estrella Grant Holloway. Se clasificó así para el Mundial de Budapest 2023, donde llegó hasta las semifinales.
2025: el gran salto
"2023 fue un año completamente loco", resume Tinch, que tuvo un 2024 menos exitoso. Se quedó muy cerca de clasificarse para los Juegos Olímpicos de París.
"El año 2024 fue mi primero en el circuito profesional, aprendí mucho", estimaba a principios de la actual temporada el atleta de Wisconsin. Para este 2025 decidió aplicar un enfoque más profesional, tanto en el entrenamiento como en su vida cotidiana.
En la reunión de Shanghái de la Diamond League, a principios de mayo, corrió ya en 12.87 y se convirtió en el cuarto mejor de todos los tiempos en su prueba.
Superó los Trials de Estados Unidos sin problema y antes de la final del martes es el favorito al oro, toda vez que su compatriota Grant Holloway, vigente campeón mundial y olímpico, no ha tenido precisamente su mejor año.
"Me encantaría acabar la temporada como la empecé. Estoy preparado para algo grande en Tokio", avisó en vísperas de este Mundial.