El panel recordó el legendario caso del tenista francés Richard Gasquet, que dio positivo por cocaína en 2009. Consiguió librarse de un duro castigo demostrando que la droga había aparecido en su análisis a causa de unos besos en un club nocturno de Miami.
"Gasquet consiguió que (la mujer a la que besó) viniera a declarar para decir: 'Sí, soy adicta a la cocaína. Consumo cocaína'", dijo Mark Hovell, abogado deportivo y miembro del comité en el caso de Jannik Sinner, actual número uno del mundo, suspendido por dopaje.
La recomendación de los expertos llega pocos días después de que Sinner cumpliera su sanción de tres meses en los tribunales. El italiano alegó que había entrado inadvertidamente en contacto con una sustancia prohibida porque su antiguo fisioterapeuta se lo transmitió por la piel tras tratar una lesión.
Travis Tygart, jefe de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos, también citó el caso de la boxeadora estadounidense Virginia Fuchs durante el panel.
En 2020, Fuchs dio positivo por metabolitos prohibidos, pero fue dada de alta tras demostrar que las relaciones sexuales con su pareja fueron las responsables de la transmisión de la sustancia.

"Creo que, basándonos en los casos que hemos visto, tienes que tener cuidado a quién besas y con quién tienes una relación íntima", dijo Tygart, según recoge el diario británico The Guardian.
"Es un mundo bastante ridículo en el que esperamos que vivan nuestros atletas, y por eso intentamos cambiar las normas (de dopaje) para hacerlas más razonables y justas", dijo Tygart.
"La responsabilidad recae siempre en los atletas. Nosotros, como organizaciones antidopaje, tenemos que asumir parte de esa responsabilidad", añadió el estadounidense.
"Me preocupa el número de tramposos intencionados que se salen con la suya, porque estamos gastando mucho tiempo y recursos en casos que resultan ser de alguien besándose en un bar", concluyó Tygart.
Muchos tenistas de élite han denunciado que su vida cotidiana se ha visto completamente alterada por temor al dopaje. Recientemente, la brasileña Beatriz Haddad reveló que "no bebe el agua de nadie" y que no come carne en los países que utilizan esteroides anabolizantes en los animales.