Muchas cosas que contar en este Memorial de homenaje al eterno 16. La primera, siempre el recuerdo al eterno Puerta. La segunda, la deportiva, con un equipo que comienza a mostrar lo que Matías Almeyda quiere de él: presión constante, agresividad para recuperar la pelota, solidaridad entre compañeros. Lo de usar el balón con criterio, calidad y más ideas, ya se irá puliendo. Pero la entrega es innegociable. Y desde ahí se podrá crecer. La tercera, social, con los gritos de "directiva, dimisión" que se escucharon con fuerza en ciertos momentos del encuentro.
Y eso que comenzaron bien las cosas para los hispalenses con el tanto de Lukebakio en el minuto 8. A la media hora el millonario fichaje del Al Qadsiah, Retegui, estableció el empate con el que se llegó al ecuador. Poco antes de la hora llegó el gol de Idumbo, pero Carvalho, en el 90+5, tras una acción a balón parado que no supo rechazar la defensa, puso el definitivo 2-2.
Míchel, expulsado en su vuelta a Nervión
Antes de eso había sido expulsado Míchel por Munuera Montero. Algo grave debió decirle el extécnico del Sevilla cuando le enseñó la roja inmediatamente después de haberle mostrado la amarilla. La acción calentó a los visitantes, que ya habían realizado alguna entrada fuera del guion, se originaron varias tanganas que, por fortuna, no fueron a más.
Aún había que decidir el ganador del trofeo, que se quedó en casa después de que Peque, Pedrosa, Manu Bueno y Castrín anotasen los cuatro intentos y no hiciera falta un quinto porque Nyland detuvo dos lanzamientos, a Nacho, silbado por su pasado madridista, y a Al Qahtani.
El partido, por cierto, tuvo que detenerse unos minutos en la segunda parte para que un aficionado pudiera ser atendido tras sufrir un percance médico del que se pudo recuperar.