Vincent Kompany devolvió a los bávaros la supremacía en la Bundesliga y, ya antes del partido del viernes contra el RB Leipzig, podían estar seguros de que, incluso en caso de derrota, acabarían el año como líderes de la tabla. Pero ni los aficionados del Bayern ni los Red Bulls podían esperar otra cosa que una batalla encarnizada desde el primer minuto.
Comienzo de récord, pero el Leipzig se quedó atrás rápidamente
Los locales se lo tomaron al pie de la letra y ya se habían adelantado antes de que transcurrieran 30 segundos. Un simple error defensivo permitió a Olise alcanzar a Jamal Musiala, y éste abrió el marcador con un toque delante de la portería. ¿Un comienzo de ensueño? Al menos eso es lo que pareció durante el minuto siguiente, porque justo después, el marcador reflejaba un empate a 1. ¡Es el empate a goles más rápido de la historia de la liga alemana! A favor de los sajones, su gol fue ya más impresionante, pues Openda se escapó por la derecha y se lanzó ante la portería cuando Benjamin Sesko batió hábilmente a Peretz.
Dos goles en dos minutos habían abierto el apetito. Había que disfrutar del partido, sobre todo del "gegenpressing" del Bayern, tras el cual las intercepciones abrían el camino a los remates a puerta. Harry Kane ya había dado una asistencia de segunda en el gol del Bayern, pero buscaba el gol por encima de todo. En el minuto 10 estuvo muy cerca con un doblete, pero en fuera de juego. Pasado el cuarto de hora, el balón pasó rozando la red lateral. El siguiente gol iba a llegar de otro: en el minuto 25, cuando Olise envió un balón alto al área desde la derecha, Konrad Laimer remató desde el aire y el Bayern se puso por delante por segunda vez.
Esta vez no se habló de un rápido revés, los campeones alemanes de récord mantuvieron el control del juego y, si no amenazaban a sus rivales, el balón volvía tranquilamente a la defensa del Bayern para otra vuelta. A falta de 10 minutos para el descanso, ya no hubo que buscar más acción en el área, Joshua Kimmich disparó desde lejos el central del RB facilitó la tarea. Peter Gulacsi lo pasó realmente mal, y sus compañeros de ataque no volvieron a amenazar a Peretz tras el primer gol.
Leroy Sane: hasta tres veces por partido
Tras el cambio de lado, los bávaros se encontraron en una posición extremadamente cómoda: condenados a buscar un gol de contacto, los visitantes tuvieron que apostar por un ataque posicional, exponiéndose a los contraataques de los favoritos. El primero surgió de forma brillante en el minuto 49, pero Gulacsi detuvo el remate de Musiala.
El Bayern organizó varias llegadas de este tipo desde su propio campo, y su incapacidad para aprovecharlas fue principalmente problema de Leroy Sane. En el minuto 53 remató fuera por poco, en el 72 falló desde menos de un metro de forma inimaginable, pero a un cuarto de hora del final coló el balón en la portería de los visitantes, superó a Geertruida con facilidad y remató solo. Las últimas esperanzas del RB se esfumaron y, si no, cualquier remontada se les fue de las manos cuando Kimmich le pasó el balón a Alphonso Davies en el minuto 78.
Aunque la lucha continuó, ya sin la más mínima presión para el Bayern, cuyo mayor problema fue el número de tarjetas amarillas recibidas. Se llegó al final del partido -y con ello al final del año- con el acompañamiento de cánticos corales.
Jugador Flashscore del partido: Musiala (Bayern de Múnich)