Centro de datos del Pafos-Villarreal
Nada hacía presagiar el desastre que le esperaba al Submarino amarillo en Limassol. Después del disparo inicial, casi de cortesía, de Quina, que se fue por muy poco arriba, el Villarreal impuso, como se esperaba, su velocidad de crucero para encadenar ocasiones clarísimas y poder estrenar el marcador. Pépé tuvo el gol en un golpe franco ideal para él. Mikautadze la tuvo aún más clara, tanto que ni en la repetición la fallaría porque es imposible. Como también clarísima, era de gol o gol en 99 de cada 100 oportunidades, fue la de Pape Gueye cuando se plantó solo ante Michael... y le regaló el balón al portero. Ni que la máscara protectora que llevaba el arquero asustase a los delanteros...

Parecía que el tanto, y el triunfo, caerían de maduro, pero ni mucho menos. Los chipriotas ajustaron su engranaje defensivo e incluso desafiaron en la posesión al rival. Ahí se vio la mano del técnico español Juan Carlos Carcedo, que le ganó la batalla táctica en los primeros 45 minutos (y también en los segundos) a Marcelino. Éste se desesperaba porque los suyos no daban pie con bola. Sólo en la recta final, poco antes del descanso, volvieron a tomar el control y a aproximarse a la meta rival. Pero lo más peligroso, si se puede llamar así, fue un ¿remate? de cabeza de Ayoze flojito y centrado.
Había que darle otro aire en la reanudación si querían lograr el primer triunfo, mas lo que se encontraron los groguets fue el gol de Luckassen en el primer ataque tras la reanudación. Un córner que remató el central de manera imponente para colocar el 1-0.
Agitando el árbol a lo bestia
Tan mal le sentó a Marcelino el tanto encajado que en siete minutos, del 56 al 63, agotó sus cinco cambios. Mikautadze y Moleiro fueron los primeros señalados; Ayoze, Parejo y Cardona, los siguientes. Al campo entraron Oluwaseyi, Solomon, Gerard Moreno, Comesaña y Pedraza. Un riesgo enorme con media hora por delante. Le sentó bien en el corto plazo esa sangre fresca al Villarreal porque al poco ya Pedraza había centrado y Oluwaseyi rematado en el área chica. Pépé y Solomon también dispusieron de sendos disparos en el interior del área. Fue un asedio. La respuesta chipriota, defender con los 11, con los futbolistas locales perdiendo descaradamente tiempo, haciendo desaparecer a los recogepelotas y exagerando cada contacto o falta a favor.

Como la gaseosa, el efecto de las modificaciones fue perdiendo fuerza. Todo lo contrario que la confianza de los anfitriones, embotellados en su cueva, pero fervientes guardiones de su tesoro en forma de victoria. Apenas fueron inquietados en algún córner o tiro lejano de Comesaña. Incluso tuvieron opciones a la contra de doblar la ventaja en el rush final. Se quedó todo como estaba, que ya les valía, con el primer triunfo de un Pafos que se pone con cinco puntos en cuarto jornadas y deja muy tocado a los amarillos.

Jugador Flashscore del partido: Luckassen (Pafos).
