Centro de datos del Real Madrid-Arsenal
Bajo una manta de ventosa lluvia, con un césped cada vez más embarrado y parecido al de otras épocas, mantenerse en pie era una tarea épica, no digamos jugar al fútbol. Aun así, es de agradecer el empeño que pusieron en ello madrileñas y londinenses, intentando rasear el cuero con criterio, sin rifarlo, incluso construyendo desde sus propias porterías.
Por aquello de ser un clima más habitual, bastaba ver sin paraguas ni chubasqueros a su numerosa afición, se esperaba que fuera el Arsenal el que mejor se adaptara a esas condiciones. Y a punto estuvo de confirmarlo poco después del cuarto de hora si no es por una magnífica mano de Misa que evitó el gol de Blackstenius. Una parada que precedió al 1-0. Toletti robó un balón en medio campo, se apoyó en Bruun y ésta confió en el desmarque de Linda Caicedo. Ayudó lo suyo Williamson en un garrafal error en el despeje para dejar a la colombiana sola ante Zinsberger. Y la mediapunta del Madrid no falló en el mano a mano para poner en ventaja a las de Toril.
Desde ahí, las inglesas se apoderaron del balón en un juego cada vez más demandante en lo físico, con las blancas demostrando una enorme solidaridad en el repliegue defensivo. Lo intentaron por aire y por tierra, y estuvieron cerca de empatar al filo del descanso con un disparo de Mead a bote pronto que se envenenó al tocar el césped. Se quedó cerca, pero no pilló portería y se llegó al ecuador sin más variaciones en el marcador.
La lesión de rodilla de Leupolz
La lluvia no dio respiro cuando las jugadoras aparecieron de nuevo en el campo. Lo que sí cambió fue el Arsenal, más agresivo y ofensivo, ya sin Mead ni Blackstenius pero con Foord y Kelly. El encuentro se volvió un correcalles con buenas llegadas en ambos lados. Misa llevó el corazón a las gargantas de sus compañeras con un balón llovido del cielo que se le escurrió en línea de gol y que casi estropea el estupendo trabajo de sus centrales, Lakrar y Méndez. Caicedo, por su parte, con espacios, seguía martirizando con su velocidad a las defensas rivales.
El gol se olía en el Di Stéfano, aun desconociendo para qué lado caería. Por desgracia, la que cayó lesionada fue Leupolz, otra vez con su rodilla derecha, tras golpear un balón. Sus lágrimas eran las de toda la afición. Y sus compañeras, incluida Irune, su sustituta y debutante en Champions, se afanaron en mantener la ventaja, pero ya casi sin poder atacar. Porque las de Siegers apretaron más aún en busca del empate y asediaron al Madrid, que resistía con muchos apuros. Se veía con ganas a la exazulgrana Mariona, pero Misa intervino otra vez para evitar su gol. Toril entonces agitó el árbol para intentar sacudirse la presión.
Y cuando peor pintaba todo... Athenea
Las Gunners adelantaron más aún las líneas, incluso su portera vivía casi en medio campo. Un riesgo enorme que les costó muy caro. Porque cuando menos lo esperaban, cuando más sufrían las españolas, llegó una contra que finalizó desde la frontal Athenea del Castillo con un derechazo que se convirtió en el 2-0. Fue el segundo remate en toda la segunda mitad. Una efectividad que otorgó un gran premio y el poder acudir al choque de vuelta de estos cuartos de final de la Champions con una considerable ventaja.
Jugadora Flashscore del partido: Linda Caicedo (Real Madrid).