Desplazado a Brujas junto al resto de la expedición azulgrana, el presidente del Barça espera que por fin llegue el permiso para pasar a la siguiente fase en las obras del coliseo culé, el de la conocida como 1B, que permitiría el uso del campo con 45.000 espectadores.
Entonces sí tendría sentido abandonar Montjuïc, de una capacidad similar, sin sufrir un perjuicio económico. Lo que podría ocurrir el día 22 de este noviembre contra el Athletic, o ya el 29 frente al Alavés.
Antes de que eso ocurra, el club ha organizado un entrenamiento para el próximo viernes 14, donde ya se han vendido las 23.000 localidades sacadas a la venta. Hay muchas ganas en la afición de ver in situ el nuevo Camp Nou.
"Es un test que tenemos que hacer para saber si funcionan todos los aspectos necesarios para organizar un partido de fútbol. Todo está listo, pero hay que probarlo en público", ha explicado Laporta sobre ese día tan especial para los azulgrana con la sesión a puerta abierta.
