Guardiola y Luis Enrique jugaron juntos en el Barcelona y en España, y cuando Guardiola era entrenador del Barça, el actual técnico del PSG estaba a cargo del equipo B del club.
Ambos entrenadores han tenido problemas en la Liga de Campeones esta temporada, con el PSG con siete puntos y en el puesto 25 de la clasificación, un puesto fuera de la zona de play-off, mientras que el City está un punto por delante en el 22.
"Es un partido especial, no sólo por la importancia para ambos equipos, sino porque jugaré contra un amigo con el que jugué muchos años y con el que nos cruzamos como entrenadores", declaró Luis Enrique a la prensa antes del encuentro del miércoles.
"Espero que el partido más importante no sea el del Manchester City, sino el de la siguiente fase de la competición, a un nivel muy alto y con el trofeo en juego. Eso es lo que espero".
El entrenador del PSG sabe, sin embargo, que el penúltimo partido de la liguilla contra el City puede ser crucial para decidir el futuro de ambos clubes en la competición.
"Espero tener otros partidos más importantes, pero éste es un partido especial porque, en el nuevo formato de la Liga de Campeones, no creo que nadie hubiera podido predecir que el City tendría este número de puntos antes de la séptima jornada", dijo.
"Pero así es el fútbol y así es el nuevo formato. De momento, no sabemos cuántos puntos necesitaremos para clasificarnos, nadie puede decirlo. Quizá lo sepamos después de esta jornada", añadió.
El PSG ha sufrido derrotas a domicilio contra el Arsenal y el Bayern de Múnich esta temporada, pero el técnico cree que el empate contra el PSV y la derrota contra el Atlético de Madrid, ambos en casa, fueron los partidos que realmente les pesaron.
"Deberíamos haber ganado los partidos contra el PSV y el Atlético en casa. Esa es la realidad", dijo Luis Enrique.
"En el campo, eran dos partidos que teníamos que haber ganado, pero el fútbol no es tan sencillo. Con esos cinco puntos estaríamos en la siguiente ronda", dijo.