El regreso del Special One al Benfica, el club donde comenzó su carrera como entrenador principal hace 25 años, ha sido recibido como un momento histórico para el fútbol portugués. Curiosamente, Mourinho ya lleva más tiempo en el cargo que en su primera etapa.
Su paso por el Fenerbahce no cumplió con las expectativas de muchos y, prácticamente en cada rueda de prensa, dejaba entrever que no estaba a gusto allí, hasta que el gigante turco perdió la paciencia y decidió prescindir de él.
Las expectativas seguían siendo altas para Mourinho en el Benfica, pero ahora que han pasado algunos meses desde su llegada, ¿cómo está siendo realmente su regreso al estadio da Luz?
Un inicio turbulento
Mourinho no pudo pedir un mejor debut, ya que su equipo visitó al AFS, colista de la liga, que solo ha sumado cuatro puntos en 15 partidos y aún no ha ganado. Aun así, mejor que los Wolves (mis disculpas a sus aficionados).
El Benfica terminó asegurando una victoria cómoda por 3-0, con goles de Sudakov, Vangelis Pavlidis y Franjo Ivanovic. Los aficionados regresaron a casa satisfechos, pensando que tal vez, solo tal vez, habían recuperado al viejo Mourinho que todos conocemos y admiramos.
Después llegó un empate decepcionante 1-1 ante el Rio Ave y una sufrida victoria por 2-1 frente al Gil Vicente, antes de una derrota en la Liga de Campeones, que no fue del todo negativa, en el regreso de Mourinho al Chelsea. Luego, un empate sin goles ante su eterno rival y también exequipo, el FC Porto.
La derrota por 3-0 ante el Newcastle en la Liga de Campeones fue, sin embargo, el verdadero golpe duro. El Benfica no pudo igualar la intensidad que impuso el equipo de Eddie Howe y fue superado en prácticamente todos los aspectos del juego.
El Newcastle corrió más, recorriendo una distancia colectiva de 110,2 kilómetros, tuvo más posesión (52%) y generó ocasiones a un nivel que el Benfica no pudo seguir, con cinco grandes oportunidades y 19 remates, diez de ellos a portería.
No obstante, esa derrota pareció encender la chispa que Mourinho y sus jugadores necesitaban, y lograron encontrar la consistencia que les faltaba.
Lo que se esperaba
Cuando cerramos los ojos y pensamos en un equipo típico de Mourinho, enseguida recordamos al Chelsea que solo encajó 15 goles en la Premier League o al Inter de Milán que, de alguna manera, logró el primer triplete de la historia del club.
Pues bien, así es como está jugando este Benfica. Desde que Mourinho tomó las riendas, el equipo ha mantenido 12 porterías a cero en 21 partidos en todas las competiciones, ha encajado 12 goles, aunque los dos primeros clasificados, Sporting (8) y Porto (4), han recibido menos en la liga.
Juegan con un 4-2-3-1 disciplinado y bien estructurado, el sistema que Mourinho ha utilizado en todos los clubes por los que ha pasado, centrado en mantener el bloque compacto, con extremos que en realidad no lo son, como Sudakov y Fredrik Aursnes, que prefieren pausar el juego antes que encarar al rival.
Dicho esto, el Benfica no está encerrándose atrás como muchos podrían pensar. Es segundo en xG (29,3), comparte el segundo puesto en remates por 90 minutos (5,9), es cuarto en grandes ocasiones creadas (44) y segundo en toques en el área rival (513). Pero también apuestan por el juego directo, con una media de 25,1 pases largos por 90 minutos.
¿Qué jugadores están destacando?
La respuesta obvia es Pavlidis. Con 14 goles en 15 partidos como titular en la Liga Portugal, el delantero griego comparte el liderato de la tabla de goleadores con su homólogo del Sporting, Luis Suarez (no es ese), con un promedio de un gol cada 95 minutos. Tiene predilección por los penaltis, ya que siete de sus goles han sido desde los once metros.
Aursnes, que está actuando como comodín, también está firmando una temporada fantástica. Es el tipo de futbolista que cualquier club querría tener, dispuesto incluso a jugar de portero si hiciera falta, aunque últimamente ha jugado como extremo derecho en el empate 2-2 ante el Braga.
El internacional noruego suma tres goles y dos asistencias, además de 14 intercepciones, 70 recuperaciones, 66 duelos ganados y ha recuperado la posesión en zona ofensiva en 10 ocasiones. Está en todas partes a la vez, y se entiende fácilmente por qué Mourinho le valora tanto.
Por último, está Nicolas Otamendi, ¿se acuerdan de él? El defensa era algo irregular en el Manchester City, pero en Portugal está envejeciendo como un buen vino, con 23 entradas ganadas, 48 recuperaciones, 121 duelos ganados y 73 duelos aéreos conquistados.
Veredicto
Hasta el momento, Mourinho no ha caído en el reciente patrón de autoboicot y, aunque ha costado un tiempo que los jugadores del Benfica se adaptaran a él, y viceversa, empiezan a verse señales realmente positivas.
¿Será esta la ocasión en la que regrese el Mourinho carismático y ganador de títulos?
