La Roja no sabe lo que es marcar dos tantos o menos en un partido de la actual edición del máximo torneo continental, lo que demuestra que el conjunto dirigido por Montse Tomé ha dejado atrás esa falta de chispa que frustró el camino hacia las medallas olímpicas. Cinco le han caído a Portugal, seis a Bélgica y tres a Italia.
Alexia y Esther han fabricado entre ellas un par de goles. La visión de juego de la catalana y el acierto de la andaluza son ingredientes que, si se combinan, dan pie a situaciones muy beneficiosas para las vigentes campeonas del mundo. Ante la Azzurra, pase medido a la espalda de la defensa y remate eficiente para el definitivo 1-3 en el tiempo de descuento.
De terminar ahora el campeonato, no habría ninguna duda de que Putellas recibiría el premio a la mejor futbolista: ha participado en hasta siete chicharros, sólo es superada por su compañera en la pugna por el pichichi y es la máxima asistente (con un total de cuatro, el doble que sus más inmediatas perseguidoras).
Hay dos jugadoras que todavía deben dar un paso adelante: Aitana Bonmatí, recientemente afectada por una meningitis vírica, ha dejado sólo algunos chispazos; Salma Paralluelo, por su parte, tuvo serios problemas este viernes de cara a conectar con sus compañeras en su rol de delantera. Ambas, desde luego, pueden ser igualmente decisivas en eliminatorias.
La alemana Lea Schüller, la inglesa Lauren James y las noruegas Signe Gaupset y Frida Leonhardsen-Maanum también han celebrado por partida doble. De entre las mencionadas, las defensoras del título son las únicas que aún no tienen sellada su continuidad en la competición, si bien dependen de sí mismas y el duelo ante Gales se presenta asequible.