La Asociación de Fútbol de Gales confirmó que ninguna jugadora o miembro del personal resultó herido en el incidente, en el que también se vio implicado otro vehículo.
Los servicios de emergencia acudieron al lugar de los hechos y, aunque acudió una ambulancia, todas las partes resultaron ilesas.
La seleccionadora, Rhian Wilkinson, y la capitana, Angharad James, que viajaban por separado, no estaban a bordo.
En rueda de prensa, Wilkinson declaró lo siguiente: "Creo que todo el mundo, según todos los informes, está bien y solo tenemos que reunirlos a todos y alejarlos del lugar de los hechos para reevaluar."
Añadió que el bienestar de todos los implicados era la prioridad: "El fútbol es secundario... Estamos conmocionados porque ahora mismo estamos lejos del equipo, sabiendo que han tenido que vivir esa experiencia".
"Nuestra prioridad es reunirlos a todos y alejarlos del lugar de los hechos. Estaremos pendientes para asegurarnos de que todos siguen bien", agregó Rhian.
"Esto se está desarrollando realmente en este momento, por lo que estamos tratando de ser lo más claros y transparentes posible", comentó la entrenadora.
"Y lo que es más importante, creo que el conductor del otro vehículo también está bien. Informaremos a todo el mundo cuando lo sepamos con seguridad", expresó.
Como consecuencia, se canceló la sesión de entrenamiento programada.
El momento no podía ser más desafortunado, ya que la selección de Gales está bajo presión tras la derrota por 3-0 ante Países Bajos en su estreno en el Grupo C.
Otra derrota contra Francia acabaría casi con toda seguridad con sus esperanzas de alcanzar los octavos de final antes de afrontar un exigente tercer partido, contra Inglaterra.
Con las emociones comprensiblemente a flor de piel, la selección galesa debe ahora volver a centrarse tanto mental como físicamente en lo que se ha convertido en un reto aún más desalentador.