A pocos días del primer partido de la selección, la participación de Aitana Bonmatí (27) en la Eurocopa parecía estar en peligro. Recuperada a tiempo tras cuatro días en cama con 40 de fiebre, Montse Tomé, la hizo entrar en el campo contra Portugal en el minuto 80, en el descanso ante Bélgica y ya desde el principio frente a Italia, cuando la clasificación estaba asegurada.
Aitana llegaba a la cita después de un curso extenuante, que se alargó de manera exagerada. El Barça perdió la final de la Liga de Campeones contra el Arsenal, España disputó los partidos finales de la fase de grupos de la Nations League y la Copa de la Reina tuvo lugar el 7 de junio.
Asociación con Athenea
La influencia de Aitana Bonmatí en el juego de España no tardó en volver, y su momento llegó inevitablemente en las eliminatorias. Y eso era justo lo que España necesitaba, porque tras sus dos primeros partidos contra Portugal (5-0) y Bélgica (6-2), las cosas empezaron a torcerse.
Tras una victoria anodina ante Italia (3-1), que tardó en cuajar, a la selección nacional le costó derrotar a Suiza, un rival mucho más atractivo de lo esperado y que dejó una gran imagen en el torneo. Posesión abrumadora y pero sin acierto de cara a puerta. La entrada de Athenea del Castillo desequilibró la balanza, y un brillante taconazo de Bonmatí le valió el galardón de MVP.
En semifinales, ambas jugadoras invirtieron los papeles, en una prórroga marcada de inicio por la incapacidad de Tomé y las suyas para entender el partido que se desarrollaba ante sus ojos, mientras Alemania intentaba llevar a España donde siempre había querido: a la tanda de penaltis.
Los cambios realizados durante el partido fueron en gran medida ineficaces porque eran recurrentes y, por tanto, fáciles de leer. No fue hasta el minuto 104 cuando Tomé se dio cuenta de que era el momento de dar entrada a Cristina Martín Prieto, que impondría su envergadura y estatura entre las dos centrales alemanas. No en vano, gracias a esta aportación en el centro, el juego por las bandas tuvo salida.
Camino del tercer Balón de Oro
Pero fue necesaria una doble genialidad de Aitana para sellar la clasificación de la selección. En primer lugar, Athenea recibió una asistencia después de desperdiciar una oportunidad al contraataque. También sirvió para recordar que, cuando el partido se pone difícil, es Aitana quien toma las riendas, no sólo en cuanto a la dirección del juego, sino también por su liderazgo y su capacidad para encontrar la inspiración que rompa el bloqueo.
Fue un gol que perdurará en la memoria, aunque el de Athenea contra Italia, el de Cristiana Girelli frente a Portugal y el de Claudia Pina contra Suiza también fueron extraordinarios. Pero ninguno fue tan catártico como esta finta, seguida de un disparo láser desde un ángulo imposible. Si España gana, Aitana se convertirá de nuevo en la candidata número uno al Balón de Oro y en la primera poseedora del trofeo en tres ocasiones. Eso significaría que ella habría levantado el último trofeo que faltaba en su gigantesco palmarés, y con ese gol de cambio se habría acabado el partido.