Hace casi cuatro años, Michelle Agyemang era una desconocida para Leah Williamson y las demás internacionales inglesas. Sin embargo, ya desempeñaba un (pequeño) papel junto a sus ídolos: a los 15 años, la joven que había ascendido en el Arsenal fue recogepelotas en Wembley, durante uno de los primeros partidos de Sarina Wiegman en el banquillo de las Leonas. "Beth Mead marcó un triplete que nunca olvidaré. Fue una experiencia impagable", declaró a la BBC. En aquel momento, probablemente no tenía ni idea de que jugaría junto a la número 9 de Inglaterra en la siguiente Eurocopa.
La historia de Michelle Agyemang con las Leonas parece un cuento de hadas. Nacida en Essex, de padres de origen ghanés, la pequeña creció idolatrando a Olivier Giroud y Theo Walcott, dos estrellas del Arsenal, club al que se afilió a los seis años. Y eso que su padre es hincha de los Red Devils. A los 15 años ya formaba parte de la sub-21 Gunner, con la que acabó siendo la máxima goleadora del equipo con 19 tantos en sólo 11 partidos durante el curso 2022/23. Esa misma temporada, marcó por primera vez con el primer equipo, en una eliminatoria de cuarta ronda de la Copa de Inglaterra contra el Leeds.
La directiva del club londinense se dio cuenta del diamante que tenía en las manos y le firmó un contrato profesional a los 17 años, esperando a que cumpliera los 18 para formalizarlo. La jugadora, descrita ya como una "delantera clínica", fue cedida primero al Watford de la D2 inglesa, al que salvó del descenso, antes de ser enviada al Brighton, donde sólo marcó tres chicharros en 17 partidos de liga. Pero gracias a un golpe de suerte, la '17' inglesa recibió la llamada de Wiegman.
De la clasificación para la Eurocopa sub-19 a las grandes ligas
Michelle, internacional con todas las categorías inferiores de las Leonas, fue convocada en abril con la selección sub-19 para los partidos de clasificación para el Europeo. Sin embargo, tuvo que ver el primer partido contra Bélgica desde la grada, ya que estaba cumpliendo una sanción. Varias representantes del primer equipo, entre ellas Leah Williamson y la seleccionadora, se encontraban en el St George's Park, la Clairefontaine inglesa, viendo el partido y charlando con la jugadora "castigada". En el siguiente partido, Inglaterra sub-19 ganó 5-1 en Austria y Agyemang recibió una llamada telefónica: Alessia Russo acababa de lesionarse y S. Wiegman había confiado en ella como sustituta de la estrella del Arsenal.
Tres días más tarde, celebró su primera internacionalidad en un partido de la Liga de Naciones contra Bélgica y marcó 41 segundos después de salir al campo, en su segundo balón. Y vaya golazo: un control con la rodilla tras un centro largo de Williamson, y luego una volea giratoria que se coló por la escuadra. Sarina estaba más que encantada: "Ese gol ha sido sencillamente increíble. La compostura, el primer y segundo toque. Es muy bonito que entre en juego y marque en un minuto".

La seleccionadora inglesa decidió convertir a la joven Agyemang en su "comodín" de cara a la Eurocopa 2025. La joven, que debería haberse marchado a Polonia para liderar el ataque de la selección sub-19, se encuentra en su primera concentración real con la absoluta, y lo hace con un objetivo en mente: ganarse un puesto en la lista de 23 que viajará a Suiza. Su integración en un grupo rejuvenecido desde la consecución del título de la Eurocopa 2022 se ha visto favorecida por la interconexión que se ha establecido entre las distintas categorías inferiores desde la reestructuración del fútbol femenino por parte de la FA inglesa en 2015, y los mismos preceptos de juego inculcados en todas las edades.
Una supersubmarina que amenaza a España
El resto se debe a su talento. Restringida al banquillo en los tres partidos de Inglaterra previos a la Eurocopa, M. Agyemang es la inclusión sorpresa en la convocatoria. "Aporta algo especial. Sólo tiene 19 años, pero es muy madura y sabe exactamente lo que tiene que hacer. Si sigue así, le espera un futuro muy brillante", justificó Wiegman. Un futuro no tan lejano: después de jugar sólo cinco minutos en la fase de grupos, la ariete se convirtió en la sensación de la Eurocopa, salvando en dos ocasiones a la vigente campeona de la eliminación: marcó el 2-2 contra Suecia en cuartos sólo 10 minutos después de salir al campo y luego el 1-1 contra Italia en semifinales, a falta de 30 segundos para el final del tiempo reglamentario.
La historia habría sido aún mejor si su desviado disparo en el minuto 117 no se hubiera estrellado contra el larguero de Giuliani. Pero el tanto anotado por Chloe Kelly en el minuto 119 bastó para enviar a la vigente campeona a su tercera gran final consecutiva. "Mich saltó al campo e hizo que sucedieran cosas para el equipo, nos metió de nuevo en el partido y nos encarriló", declaró en rueda de prensa la heroica delantera, elegida mejor jugadora del partido. "El momento en que golpeó el larguero nos dio nuevas energías. Estuvo increíble y nos dio mucha confianza", agregó.
"No me sorprende verla a este nivel", añadió Lucy Bronze, la jugadora más veterana de la plantilla. "Recuerdo la primera vez que vino a entrenar y ya supe que esta chica estaba destinada a formar parte de este grupo. (...) Está haciendo maravillas saliendo desde el banquillo, marcando goles, rindiendo y trabajando duro", señaló. Tanto es así, de hecho, que Sarina Wiegman afirma que está teniendo algunas dificultades para confeccionar un once inicial, dadas las actuaciones de estas recién llegadas.
Por ahora, la seleccionadora prefiere mantener a Agyemang en el banquillo, preparada para volver a jugar de salvadora en los momentos decisivos. "Está muy agradecida por tener minutos. Su crecimiento y desarrollo han sido muy rápidos: pasó de no ser titular en el Brighton a tener muchos más minutos y demostrar lo buena que era, y luego se integró en nuestro equipo... Creo que se siente muy cómoda en este papel", aseguró ante los medios. Después de esos dos postreros goles, la joven atacante está lista para ser la aguafiestas contra España. ¿Habrá una tercera vez?