Vincenzo Italiano, con toda probabilidad, habría preferido un regreso al banquillo menos problemático. Tras casi dos semanas de ausencia debido a una neumonía que le obligó a ser hospitalizado, el entrenador del Felsina se encontró con nuevas dificultades, esta vez de índole emocional.
Contra los noruegos del Brann, el equipo emiliano, empujado por el público del Dall'Ara, sufriópara traerse los puntos a casa. Era un partido importante para relanzar las ambiciones europeas de los rojiazules, que con cuatro puntos después de tres jornadas (una derrota en el debut contra el Aston Villa, un empate contra el Friburgo y una victoria en Bucarest contra el Steaua) buscaban su primer éxito en casa en Europa.

Camino cuesta arriba
Pero los planes se complicaron casi de inmediato. El Brann, tercero en su país y octavo con seis puntos en el grupo de la Europa League, encontró el camino cuesta abajo en el minuto 23 debido a una grave ingenuidad de Lykogiannis. En posesión del balón, el jugador del Bolonia lo perdió y, en un intento de recuperarlo, intervino duramente con el martillo: roja directa y los Felsini con 10 hombres.
Italiano, que se quedó sin su lateral izquierdo, corrió inmediatamente a cubrirse quitando a un trequartista, Fabbian, para insertar a Miranda para cubrir la banda izquierda. La superioridad numérica favoreció inevitablemente a los invitados, que se hicieron con el control del juego sin crear, no obstante, gran peligro. Así, la primera parte terminó sin mucha emoción, con números elocuentes: cero tiros a puerta y cero ocasiones de gol.
Corazón rojiazul
En la segunda parte, el partido se animó ligeramente. Fue Cambiaghi quien calentó a la gélida afición del Dall'Ara, y en el minuto 67 estuvo a punto de adelantarse con un derechazo desde la frontal del área que se marchó rozando el palo derecho del guardameta Dyngeland. Italiano buscó entonces nueva savia ofensiva, sustituyendo a Cambiaghi y Bernardeschi por Odgaard y Orsolini: un movimiento que dio más viveza a los anfitriones, vigorizados también por las posteriores entradas de Pobega y Dallinga.
La primera ocasión real llegó en el minuto 86, cuando Orsolini chutó con potencia y precisión desde dentro del área, encontrando la gran respuesta de Dyngeland. En el rechace, Odgaard intentó rematar desde la izquierda, pero su disparo fue bloqueado por un defensa. En el siguiente saque de esquina, Dyngeland volvió a ser decisivo, rechazando instintivamente un cabezazo en el forcejeo.
El empuje final del Bolonia no fue suficiente. A pesar de la generosidad y el apoyo del público, los rossoblù fueron incapaces de desbloquear el resultado, terminando el partido con 0-0. Un empate que deja un sabor amargo, pero que, dadas las circunstancias, aún puede representar un punto útil para el camino europeo.

Jugador Flashscore del partido: Lucumi (Bolonia).
