"En los 10 años que llevo en el Tottenham, lo he conseguido todo menos una cosa. He trabajado duro para compensarlo y mi sueño siempre ha sido ganar un trofeo con la camiseta del Tottenham. Así que espero que podamos hacer realidad ese sueño". Estas fueron las palabras de Heung-min Son a la UEFA antes de la final de la Europa League entre los Spurs y el Manchester United. Como capitán indiscutible del conjunto londinense, el coreano debe ser fiel a sus compañeros y hacer todo lo que esté en su mano para ganar lo que nunca ha podido ofrecerles, a pesar de sus dificultades esta temporada.
Hacerlo todo mejor
Son ya ha llegado a una final europea. En 2019, el Tottenham fue derrotado por el Liverpool en la Liga de Campeones. Desde entonces, el agua ha corrido bajo el puente y el equipo del norte de Londres dista mucho de lo que fue. Sin embargo, el asiático sigue siendo un vestigio de aquellos días pasados y sabe lo que se siente al no haber levantado un trofeo tan importante. Por eso, este miércoles lo dará todo.
"Jugaremos con una mentalidad más fuerte esta vez, porque creo que hemos aprendido algo de aquella derrota... El miércoles será el día más importante de mi vida", insiste. En consecuencia, es probable que los de Londres se muestren más optimistas que de costumbre, lo que sólo puede ser positivo en una temporada de cielos grises.
Tras regresar de una lesión de tobillo el 11 de mayo, el capitán sólo tendrá dos partidos por delante, y no dos cualesquiera: dos amargas derrotas. De hecho, la última victoria del Tottenham se produjo en el partido de vuelta de semifinales contra Bodo/Glimt. Y aunque eso sigue siendo una buena base sobre la que construir, es cierto que el rival lo puso más fácil.
En cuanto a Heung-min, tendrá mucho que demostrar marcando o asistiendo a sus compañeros. Eso probablemente borraría buena parte de su temporada de sólo siete goles y nueve asistencias en 30 partidos de Premier League o tres goles y dos asistencias en nueve partidos de Europa League.
Una temporada de pesadilla
Es uno de los peores años del coreano desde que llegó a Londres en 2015. El segundo tras la temporada 2015/2016. Sin un '9' efectivo y haciéndose demasiado previsible, Son no ha podido desarrollar su calidad. Y eso se ha notado en el rendimiento del equipo.
"Creo que mi forma de jugar, pensando siempre en cómo puedo ayudar al equipo cuando estoy en el campo y en lo que puedo hacer por el equipo, me ayuda. Siempre intento dar lo mejor de mí en cada partido y hago todo lo que puedo para mantener el ritmo. Cuando las cosas no salen según lo previsto, pienso mucho en cómo volver a la pista. Confío mucho en la visualización y en el entrenamiento mental para superar esos momentos, y creo que eso me ha ayudado a tener buenas actuaciones de forma constante", explicó el surcoreano.
Este miércoles tiene la oportunidad de volver a la senda del triunfo. En su último partido importante del año, también podrá inspirarse en los encuentros disputados este año contra el Manchester United para anticipar mejor los movimientos de la defensa rival. En febrero, por ejemplo, el Tottenham ganó gracias a un gol de James Maddison. Y en diciembre, en la Copa de la Liga, Son marcó el gol de la victoria por 4-3.