Los neerlandeses se dejaron la piel en la fase de grupos y sólo ganaron su último partido para obtener el billete a cuartos de final. Sus homólogos portugueses, sin embargo, accedieron a cuartos de final con la moral por las nubes, tras imponerse por 5-0 y 4-0 a Polonia y Georgia.
Un comienzo brillante de los portugueses les valió dos ocasiones en la fase inicial, muestra de las intenciones ofensivas del equipo, aunque ninguna de ellas llegó al fondo de las mallas.
Tarjeta ¿decisiva?
Portugal se vio favorecida en su lucha por un puesto en semifinales cuando el extremo del AZ Ruben van Bommel, hijo del excentrocampista del Bayern de Múnich, Milán y Barcelona Marco van Bommel, recibió dos tarjetas amarillas en dos minutos, la última de ellas por una entrada a última hora sobre el futuro delantero del Chelsea Geovany Quenda en el minuto 21.
Los desastrosos primeros 30 minutos deHolanda continuaron cuando una entrada del lateral derecho del Roma Devyne Rensch le valió a Portugal un penalti después de que el VAR señalara al árbitro Goga Kikacheishvili que se fuera a la banda. Quenda se adelantó, pero el talento del Sporting de Portugal estrelló el balón en el poste y mantuvo el 0-0 en el marcador.
Los jóvenes holandeses esperaban haberse adelantado 1-0 en el minuto 36, pero un gol portugués en propia puerta fue anulado por fuera de juego de Ian Maatsen, del Aston Villa.
Poco después, Million Manhoef, del Stoke City, se adelantó a Joao Muñiz en un sprint y cedió el balón al delantero Thom van Bergen, pero el ariete del Groningen no supo aprovechar una posible oportunidad de oro.

Tras el descanso, Países Bajosno pudo emular su presión de los últimos minutos de la primera parte y recurrió sobre todo a intentar salir indemne del partido con diez hombres.
A pesar del valiente esfuerzo defensivo y de la escasa producción ofensiva, los Oranje se desmarcaron con el veloz Ernest Poku, que encontró a Bjorn Meijer en el área, pero el lateral izquierdo no pudo convertir.
Poku siguió brillando y se convirtió en el héroe holandés en el minuto 84, cuando el extremo del AZ abrió el marcador. Maatsen envió un perfecto pase en profundidad a Poku, que encontró el espacio a la espalda de la defensa y remató con tranquilidad tras eludir al portero del Benfica, Samuel Soares.
Tras encajar su primer gol del torneo, Portugal se jugaba el todo o nada, y dio entrada a Rodrigo Gomes, del Wolves, en los minutos finales. El defensa, autor de dos goles en sus dos últimos partidos de la Eurocopa sub-21, no pudo, sin embargo, perforar la meta contraria.
Portugal no había encajado ningún gol en el torneo, mientras que Holanda decepcionó sobre todo en Eslovaquia, antes de ganar por fin su primer partido en su tercer encuentro de la fase de grupos. Aun así, fueron los holandeses quienes se impusieron y reservaron su segundo billete para semifinales en cuatro años.