Roberts, guardameta de los Lions, fue sancionado con seis partidos de suspensión tras ser expulsado por propinar una patada en la cabeza a Mateta cuando salió de su portería al principio del encuentro de la quinta ronda, que los Eagles ganaron por 3-1 el 1 de marzo.
Mateta no fue consciente de la gravedad de la lesión en un primer momento, ya que incluso pidió seguir jugando. "Cuando me dio la patada, estaba en el suelo esperando a que le sacara la tarjeta roja", declaró Mateta a Sky Sports, todavía con una gran tirita sobre la herida. "Yo estaba bien. Pensé: 'quítate la sangre y sigue'. Estuve discutiendo con el médico durante 30 segundos, diciéndole que quería jugar. El médico vio la herida, pero yo no podía verla. No sentía dolor. La sangre, seguro. Pero pensé que era un pequeño corte. Mi oreja estaba así (colgando). Pero no era doloroso".

El presidente del Palace, Steve Parish, describió el incidente como el "desafío más temerario" que jamás había visto, mientras su club presionaba para que la sanción de Roberts pasara de ser una suspensión automática de tres partidos y no de seis.
Sin embargo, el propio Mateta cree que fue sólo un caso de "demasiada emoción" en el fragor de la batalla. "Liam se puso en contacto conmigo y me envió un mensaje de texto mientras estaba en el hospital, y yo le dije: 'no pasa nada, es fútbol'", añadió el francés. "Me pidió disculpas. Estaba preocupado. No creo que se despertara y pensara que quería cortarle la cabeza a JP. Hay mucha presión. Él quería hacerlo bien, demasiada emoción te hace cometer locuras. Fue sólo un error. Se aprende de ello".
Mateta, que esta temporada ha marcado 15 goles en 33 partidos con el Palace en todas las competiciones, ha vuelto a los entrenamientos individuales y espera estar en condiciones para el partido de cuartos de final de la Copa de Inglaterra contra el Fulham, el 29 de marzo.
"Espero poder jugar (contra el Fulham)", dijo. "Necesito llevar una máscara, necesito llevar algo. Llevaré la que me resulte más cómoda".