La mayor parte, casi 140, fueron arrestados por el enfrentamiento que hubo antes del encuentro en un barrio de la ciudad de Split entre ultras de ambas formaciones, los Bad Blue Boys del Dinamo de Zagreb y la Torcida del Hajduk Split.
Según la televisión HRT, se trataba de una pelea "concertada" por ambos grupos, con la premisa de que fuera "únicamente a puñetazos".
Cuatro aficionados heridos tuvieron que ser hospitalizados, según el médico de las Urgencias Tomislav Susnjar, que habló de "heridas en la cabeza, en el cuello y el resto del cuerpo".
El caso más grave fue el de un varón con "fractura de mandíbula" que requiere operación.

16 policías fueron heridos de forma leve, informó el diario Slobodna Dalmacija.
Después del choque, que ganó el Dinamo de Zagreb por 3-1, una veintena de aficionados fueron detenidos por atacar a agentes situados en las cercanías del estadio del Hajduk, indicó el Ministerio del Interior en la red social X.
El cuadro de la capital, que ha ganado todas las ligas croatas desde 2006 con la única excepción de la de 2017, es ahora líder en la liga con 58 puntos, a tres jornadas para el final del campeonato.
El Rijeka y el Hajduk, sus escoltas, están con 56 unidades cada uno.
El plantel de Split no es campeón de su país desde 2005.