Al central del Sevilla se le ha impuesto un partido de sanción por su expulsión por doble amarilla, además de cuatro "por insultos, ofensas verbales y actitudes injuriosas al árbitro", y otro por "conducta contraria al buen orden deportivo".
Hay que recordar que cuando Marcao fue expulsado se encaró con el árbitro Alejandro Muñiz Ruiz, quien expuso en el acta arbitral lo siguiente: “Una vez expulsado el jugador del Sevilla FC. Nº 23 Marcos Do Nascimiento Teixeira, se encaró hacia mi persona a escasa distancia de mi cara de forma intimidante teniendo que ser retirado por sus compañeros. Cuando fue separado se dirigió a mí en los siguientes términos: "Fillo da puta madre", dirigiéndose al túnel de vestuarios donde propinó una patada a un balón que había en la zona del cuarto árbitro".
El club andaluz alegó que "el referido jugador no profirió la expresión que se figura en al acta arbitral, sino que dijo la expresión 'puta que pariu', que, según el club alegante, es una exclamación genérica en portugués (no un insulto dirigido al árbitro) y no puede reconducirse a “filho da puta” ni a un menosprecio personal".
Asímismo, el Sevilla concluyó que, "aun siendo una expresión malsonante, no supone por sí misma un insulto personal dirigido al colegiado, y menos aún el concreto insulto que el acta atribuye, por lo que solicita que se deje sin efecto la citada amonestación".
El Comité, tras estudiar las alegaciones, no ha hecho caso al Sevilla "al no haberse acreditado la existencia de un error material manifiesto capaz de quebrar la presunción de veracidad del acta arbitral".
Almeyda, también castigado
Matías Almeyda, su entrenador, también deberá cumplir un encuentro fuera del banquillo por su expulsión por protestar.
Además, se perderán la siguiente jornada de LaLiga por acumulación de amonestaciones Gorroxategi y Zubeldia (Real Sociedad), Manu Sánchez (Levante), Víctor Parada (Alavés), Abel Bretones (Osasuna) y Buchanan (Villarreal). Y también Federico Redondo (Elche) y Renato Veiga (Villarreal), el primero por insultar u ofender, y el segundo por producirse de manera violenta con el balón en juego.