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¿Debe ser realmente Mbappé quien defienda en el Real Madrid?

Kylian Mbappé
Kylian MbappéFRANCK FIFE / AFP
Pese a que fue el máximo goleador del equipo la temporada pasada, muchos le exigen al francés que se sacrifique más en tareas defensivas.

Kylian Mbappé (26) afronta su segunda temporada en el Real Madrid. En el año de su estreno de blanco, el futbolista galo se convirtió en el debutante que más goles ha marcado en su primer curso con la camiseta del Rey de Europa, con 44 dianas en 59 partidos.

A la Tortuga no le pesó la responsabilidad del gran esfuerzo realizado por la entidad merengue, durante años, para obtener su fichaje y vio puerta en todas las competiciones disputadas (LaLiga, Champions, Supercopa de Europa, Supercopa de España, Intercontinental, Copa del Rey y Mundial de Clubes), justificando, en principio, su alto salario y prima de contratación.

Estadísticas de Kylian Mbappé
Estadísticas de Kylian MbappéFlashscore

Sin embargo, para un buen número de madridistas, el '10' de la selección francesa fue responsable del irregular juego del equipo por su falta de compromiso defensivo. Siendo el delantero centro titular y sumando más de 40 tantos, también le piden que haga un esfuerzo extra que compañeros con peores números, como Vinicius (25) o Rodrygo (24), tampoco hicieron.

Ahora, con la llegada de Xabi Alonso al banquillo del Bernabéu, el debate sobre si Kyky debe colaborar más en el inicio de la defensa cobra más relevancia si cabe. A priori, el tolosarra va a demandar un mayor desgaste a todos los integrantes de la plantilla, cosa que no sucedía con Ancelotti.

Posible salvoconducto

Pero, ¿se le puede pedir a un hombre con las cifras goleadoras de Mbappé que también defienda? Por poder se puede, pero quedan comprometidas sus opciones en el plano ofensivo, que es donde realmente tiene que ganarse el sueldo.

Es exigirle a un tipo que ha marcado en todas las finales que ha disputado con el Real Madrid que quite un ojo de la portería para ponerlo en una tarea que no es la suya. Otra cosa es que participe activamente en la presión alta, pero resulta una osadía pretender que se pase los partidos subiendo y bajando como si fuera un jugador cualquiera.