Nunca en su historia el Atlético de Madrid ha sido tan estable y consistente como con Diego Simeone, lo que implica nuevas exigencias de temporada en temporada. Tras ganar el título en 2014 y 2021 con estilos diferentes, el Cholo tiene que reinventar su filosofía, sobre todo porque el mercato de verano ha sido especialmente importante.
En su estreno en la Liga de Campeones, el Atlético estuvo a punto de salir de Anfield con un punto casi milagroso, ya que el Liverpool dominó el partido y marcó dos goles en los primeros seis minutos. Marcos Llorente , especialista en dobletes para los Reds, volvió a marcar, pero al final no fue suficiente, ya que un agónico cabezazo de Virgil van Dijk supuso el 3-2 definitivo.
Las victorias sobre el Villarreal (2-0) y el Rayo Vallecano (3-2) pueden haber sido tranquilizadoras, pero el panorama general en el inicio de la temporada colchonera no es bueno. Como viene ocurriendo desde hace muchas temporadas, Diego Simeone no sabe hacia dónde va tácticamente.
2014 y 2021, dos títulos y dos versiones
Hay dos Cholismos: el del título de 2014 y el del de 2021. El primero es árido, el segundo más juguetón. Pero en ambos casos, y esto parece bastante paradójico, fueron los delanteros los vectores de las decisiones del entrenador. Mucho más que los asistentes Germán 'Mono' Burgos y Nélson Rivas, la identidad de los atacantes ha condicionado al resto del equipo.
En 2014, la figura era David Villa; en 2021, Luis Suárez. Pero, ¿y hoy? En ambas épocas, se trataba de grandes jugadores al final de sus carreras que imponían una verticalidad inmediata. En 2014, predominaban los laterales en un 4-4-2 con doble punta bisagra Diego Godín-Joao Miranda, sobre todo porque en el sector ofensivo había jugadores que no eran los más rápidos, como Diego Costa. En 2021, fue el sistema 3-5-2 (4-3-3 al final de la temporada) más arriba el que finalmente supuso para el Atleti un cambio de paradigma, con éxito. La presencia de Kieran Trippier, un centrocampista formidable, supuso una solución adicional para llevar peligro al área (la idea era limitar al máximo los esfuerzos de Suárez fuera del área) y su marcha al Newcastle nunca llegó a compensar.
Griezmann, ¿el nuevo 'viejo' en ataque?
Ahora debería abrirse una tercera vía, sobre todo teniendo en cuenta las inversiones del verano. Dos jugadores podrían encarnarla: Antoine Griezmann y Alexander Sörloth. El objetivo es simple: poner a Julián Álvarez en la mejor posición posible para marcar la diferencia, como hizo contra el Rayo con un hat-trick.
A sus 34 años, el francés ya no puede correr como antes. Tras ser titular ante Villarreal y Liverpool, apenas se le vio, aunque el esfuerzo exigido fue el mismo. Mediapunta o jugador de campo: el Cholo tiene que elegir si quiere sacarle el máximo partido.
Las llegadas combinadas deÁlex Baena y Thiago Almada, actualmente lesionados, deberían llevar a Simeone a situar a 'Grizi' en un rol de superficie móvil que beneficiaría a un 9. En la misma línea, el argentino se niega claramente a instalar al noruego en el once inicial, incluso en ausencia de Álvarez. Sin embargo, Sörloth ofrece soluciones evidentes en el juego aéreo y en el último tercio. Sus habilidades merecen ser vistas al principio del partido, no sólo al final. Giacomo Raspadori, recién llegado a la Liga, parece por el momento menos apto para esta tarea.
En ese sentido, ¿la llegada de Matteo Ruggeri desde elAtalanta para cubrir la banda izquierda podrá ofrecer el mismo abanico de opciones que Trippier en su día? Llorente puede hacerlo por la derecha, pero también le atrae mucho el centro, lo que puede desequilibrar el edificio. No es el estilo de Simeone, aunque el planteamiento totalmente defensivo hace tiempo que pasó a la historia. Pero si quiere relanzar su Atlético, necesitará una nueva ambición. De lo contrario, no hará más que correr contra el tiempo.
Equilibrio en defensa
La reinvención del Cholo pasa también por su defensa, lo que no es de extrañar, ya que el tópico del autobús de dos pisos está manido desde hace muchos años. No, el Atlético ya no es un equipo defensivo y, en comparación con el pasado, ha defendido bastante mal durante varios años.
Esta temporada, cambia constantemente de forma y concede mucho. En el Campeonato, han dejado escapar el balón 7 veces en 6 partidos. En la Liga de Campeones, se han hundido al principio y al final de los partidos. Los errores son sistemáticos, por no hablar de la reanudación, la recuperación o la conexión con el centro del campo.
Javi Galán y David Hancko comparten la banda izquierda, a la espera de la aparición de Ruggeri, que aún no se encuentra cómodo. En la fase defensiva, esto hace que el rival disponga de muchos espacios que aprovechar y que los colchoneros tengan varias incógnitas, sobre todo porque el eslovaco ya ha sufrido una lesión que le ha tenido apartado varios partidos.
Si a eso le añadimos la baja forma de Nahuel Molina por la derecha, pronto se hace evidente que las opciones ofensivas del Atlético distan mucho de estar bien dotadas. Llorente, como ya se ha dicho, es demasiado adelantado, y con razón, dado su papel de centrocampista ofensivo. Esto facilita la llegada de los rivales.
Por último, la bisagra central suele estar formada por Clément Lenglet y Robin Le Normand. Ocasionalmente, Hancko y Josema Giménez también figuran cuando no está lesionado, lo que es cada vez más frecuente. ¿Es la pareja francófona la de mayores garantías? Aún está lejos de ser el caso. Los rivales de los Rojiblancos se ven favorecidos por las pérdidas de balón, los problemas de marcaje y los problemas de recuperación.
Para compensar estas carencias, Pablo Barrios, situado en el centro del campo, tiene que comprometerse aún más si quiere evitar el desastre, al igual que Koke, llamado a acudir al rescate cuando el barco se balancea pero con menos volumen a medida que pasan los años. Corren, pero quizá demasiado, a riesgo de dispersarse demasiado cuando la piedra angular se tambalea.
¿Deben renovarse mediante el ataque o la defensa? ¿Inclinarse más hacia 2014 o hacia 2021? ¿Vergüenza de riquezas o vergüenza de riquezas? El Eterno Derbi del sábado por la tarde podría dar ya una respuesta ante un equipo confiado que ha ganado sus seis primeros partidos de Liga.