Centro de datos del Girona-Real Madrid
No empezó bien el Madrid. Se parecía demasiado al de las últimas semanas, sin claridad para sacar el balón ante la presión alta propuesta por Míchel. Pero algunos de sus pupilos se empeñaron en facilitarle las cosas regalando dos balones peligrosos no, lo siguiente. Vanat le dio uno a Mbappé que éste desperdició con un latigazo por encima del larguero. Antes el francés había habilitado a Güler que también lanzó sin puntería desde fuera del área. Y luego Tsygankov volvió a regalar otra pelota peligrosa. Se escapó de milagro el Girona.
Pero enseguida se rehicieron los catalanes con el propio Tsygankov redimiéndose de su error y obligando a Courtois a trabajar de lo lindo con una parada en dos tiempos. Fue el primer aviso de los tres seguidos que firmaron: Ounahi y Vanat completaron el trío de ocasiones que puso en jaque a los blancos, pero que también les hizo reaccionar. Se convirtió el encuentro en un toma y daca constante que, poco a poco, se iba volcando más hacia el área de Gazzaniga. El arquero se ganó su sueldo y algo más con un paradón a disparo de Militao de esos que merece la pena ver una y otra vez.
Del 0-1 al 1-0
Entonces llegó la polémica de la noche con una acción embarrullada en el área gerundense. Mbappé, con fe y con suerte, se llevó el balón andando de espaldas a portería hasta que se dio la vuelta e introdujo el balón en el fondo de las mallas. Pero al galo le tocó la pelota en la mano justo antes del remate y el árbitro, tras revisar la jugada, anuló el tanto.
Y tras ese gol anulado llegó el auténtico jarro de agua fría para el Madrid con el golazo de Ounahi, que dejó a Courtois congelado haciendo la estatua. Un golpeo brutal del marroquí que culminó una contra perfecta de un Girona que nunca le había perdido la cara al encuentro. Con ese subidón de adrenalina para unos y de bajón de azúcar para otro hizo su aparición el descanso.
Courtois salva al Madrid hasta que llegan Vini y Mbappé
Con Camavinga por Güler pensó Xabi Alonso que podría mejorar el juego de los suyos. Lo cierto es que arrinconaron al rival desde la reanudación, pero sin generar ocasiones. Al contrario, no encajó el segundo por el milagro de cada día de Courtois, que sacó una milagrosa mano para quitarle la gloria a Vanat.
Fue tras esa acción del belga cuando sus compañeros de arriba comenzaron a apretar de verdad y a encontrar espacios. A Vini le anularon en claro de juego un gol, el propio brasileño y Bellingham no llegaron por poco a un centro envenenado de Trent al área chica... y Vini forzó un penalti clarísimo que convirtió Mbappé en el 1-1.
Lejos de calmarse todo, el show continuó porque ninguno quería el empate. Pudo desequilibrar Vitor Reis de cabeza. También un desatado Vinícius, con varios disparos buscando la escuadra. Joel Roca se estrelló contra Courtois en otra contra casi mortal. Y entre medias, Rodrygo recibió un golpe claro en el tobillo dentro del área que ni el árbitro ni el VAR consideraron penalti y que servirá a los madridistas para armarse de razones contra De Burgos Bengoetxea.
Se entró así a los cinco últimos minutos con el partido más vivo que nunca. Podía decantarse para cualquiera, con un Madrid volcadísimo arriba y un Girona que tenía espacios para correr. Pero así acabó, con el 1-1 que dejó satisfechos a los locales y muy, muy, muy descontentos a los merengues.
Jugador Flashscore del partido: Ounahi (Girona).