Más allá del gol de Ferran Torres, que llegó mientras Raíllo permanecía en el suelo tras recibir un balonazo en la cabeza, la reanudación tras la media hora resultó muy perjudicial para el equipo de Arrasate.
Debacle total
Primero fue Morlanes, que dejó a su equipo con 10 tras una segunda amarilla algo cuestionada por el estadio mallorquín. Había recibido la primera por protestar y la segunda llegó por un derribo a Lamine Yamal.
La polémica estaba servida y Muriqi añadió gasolina al incendio con una temeraria entrada sobre Joan García. El VAR intervino y la roja directa al delantero kosovar puso en el punto de mira a Munuera Montero.
El Mallorca, en ese momento, acumulaba siete faltas, cinco tarjetas y dos expulsiones. El Barça había cometido seis faltas y no había recibido tarjetas.