En las últimas horas, el colegiado ha borrado su rastro de las redes sociales, incluso de LinkedIn. Ahí aparecía como socio propietario de Talentus Sport Speakers SL (este perfil sí está activo), una empresa que se presenta como "una plataforma de divulgación formada por un equipo de ponentes vinculados al deporte que conecta los grandes valores deportivos con empresas y organizaciones".
Asímismo, cuenta con una sección de recursos humanos en la que se publican anuncios de trabajo de empresas y organizaciones deportivas, como la FIA o el Comité Olímpico Internacional, entre otros.
El caso es que, según ha desvelado el diario AS, la RFEF ha iniciado una investigación por si hubiera algún tipo de conflicto de intereses o de incompatibilidad en esa faceta profesional alejada del arbitraje de Munuera Montero. Lo que no quiere decir, ni mucho menos, que la haya. Además, Munuera y el resto de árbitros de LaLiga están obligados a dar explicaciones de otras actividades que tengan al margen de su labor en el fútbol. Si no lo hubiera hecho, sí que podría encontrarse en gran riesgo su carrera como colegiado. Y nunca se ha escondido respecto a esta faceta, como consta en la web de Talentus, donde aparece en varias fotografías de diversos actos celebrados.
Es más, se habla sin rubor de "nuestro founder José Luis Munuera Montero (árbitro FIFA)" y aparecen algunos ejemplos de los trabajos y ponencias realizadas, aunque nada ligado a la gestión de clubes o instituciones del mundo del fútbol, sino relacionada con proyectos educativos y formativos, charlas divulgativas, en los que participan otros deportistas.
De momento, este fin de semana descansará porque el Comité Técnico Arbitral (CTA) no le ha designado para ningún partido. Quizás para reducir el ruído mediático que le acompaña desde el encuentro entre los blancos, que se quejaron de sus decisiones, y Osasuna.