Miguel Ángel Gil Marín se muestra esperanzado con el ejercicio venidero. "Creemos firmemente que estamos haciendo una plantilla para soñar en grande. Somos ambiciosos, tomamos riesgos, hemos incorporado e incorporaremos nuevos socios dispuestos a invertir capital, que es necesario para seguir creciendo en lo deportivo, en lo social y en infraestructuras”.
Y ha destacado la inversión realizada en los últimos años. “En las ocho últimas temporadas hemos realizado una inversión neta de 890 millones entre jugadores, instalaciones y franquicias internacionales. Esta cantidad es la diferencia entre los ingresos del club por ventas de jugadores y del estadio Vicente Calderón y las inversiones en jugadores e infraestructuras del club, incluida la sede de Alcalá de Henares. La franquicia de México ha supuesto una inversión de algo más de 50 millones de euros, el 90% es propiedad del Atlético de Madrid y su valor actual ronda los 150 millones de euros".
Y ha hablado también de la Ciudad del Deporte. “Es el proyecto más ambicioso jamás creado por un club de fútbol alrededor de su estadio. Será ejemplo para otros y nos permitirá mostrar al mundo que el fútbol de hoy, que ya es una verdadera industria deportiva, puede virar hacia una industria de entretenimiento, de experiencias, de contenidos, de convivencia, sin olvidar la pasión por unos colores, por un escudo y por el resultado de cada partido".
Temporada anterior
Gil Marín también ha hablado de la campaña anterior. "El equipo compitió muy bien hasta la semana del partido de Champions contra el Real Madrid. El partido previo contra el Getafe ya dio signos de lo que representaba para el vestuario. Terminó mal por tener la cabeza en otro partido desde el inicio de la segunda parte”.
Y añade. "El partido ante el Madrid, con un claro error arbitral, marcó el estado de ánimo de jugadores, técnicos y aficionados para el resto de la temporada”.
El CEO del Atleti, asimismo, desvela su actitud. "Desde el día del penalti, mi obsesión fue levantar el ánimo de jugadores, entrenador, compañeros de trabajo, presidente y el mío propio para evitar un daño aún mayor”.