Pocos técnicos tienen la oportunidad de despedirse ovacionados por el Santiago Bernabéu después de pasar una temporada con altibajos. La grandeza trasciende realidades. El número de líderes que consiguen cerrar con afecto, devoción y respeto sus etapas es reducido. Algunos, como Mourinho, se van por la puerta de atrás tras perder una final contra el Atleti. Otros, como Zidane, deciden finalizar ciclos al caer, también con el Atleti, en la batalla por LaLiga. Ancelotti, en cambio, se va por la puerta grande, con el club blanco exhibiendo los 15 títulos (el entrenador con más trofeos en la historia del Real Madrid), con un sonoro homenaje de la afición y con un legado que puede perdurar si su sucesor así lo decide (refiriéndose netamente a la idea de juego).
Serán imborrables los recuerdos de las tres Champions que ganó Ancelotti... La 10ª, en Lisboa, contra el Atleti y con el mítico gol de Sergio Ramos en el descuento. La 14º, en París, con las remontadas frente al PSG, Chelsea y Manchester City en las rondas previas. La 15º, con la hegemonía y tranquilidad en la final ante un Dortmund frustrado o los dos goles de Joselu al Bayern.
Lesiones y soluciones
Ancelotti solventó muchos inconvenientes... en especial relacionados con las lesiones. Alaba, Militao, Carvajal. La defensa fue la zona que más bajas sufrió en su segunda etapa y, aún así, casi siempre su equipo estuvo ahí. Algunas veces con lo justo, como en el presente curso, otras con improvisaciones que resultaron, como las incursiones de Camavinga como lateral zurdo y Valverde como lateral derecho (en la presente temporada) o mediapunta (en la 2022-2023).
Es difícil encontrarle reproches al italiano. Más cuando fue quien hizo de "paraguas" cuando el club decidió no fichar en enero y sufrió más lesiones todavía. Aguantó y acaparó las críticas hasta que finalmente la Federación Brasileña anunció su contratación de cara al Mundial de 2026.
Si Ancelotti logra ganar el Mundial con Brasil, será todavía más difícil encontrarle cuestionamientos.
¡Mucha suerte!, don Carlo, un señor del fútbol.