Este jueves hemos amanecido con una noticia que puede hacer temblar los cimientos del Real Madrid. Una exempleada del club merengue ha denunciado presunto acoso laboral por parte de sus compañeros del cuerpo médico, que, según cuenta, le impidieron realizar como es debido su trabajo de nutricionista, pese a ser una apuesta del mismísimo Florentino Pérez.
Itziar González de Arriba, experta en deporte y nutrición, trabajó para la entidad de la capital de España en diferentes etapas entre la temporada 2021/22 y 2024/25. Pero según relata, lo que debió ser un sueño terminó siendo un auténtico calvario.
Al parecer, los problemas no tardaron nada en aparecer: "Por lo que yo sé, es el presidente el que pide a los Servicios Médicos que vaya yo allí en la temporada 2021-22. Tras malas experiencias con los servicios médicos de otros equipos, les digo que no, pero me insisten y voy porque me dicen que lo pide el presidente. Esa temporada, Carvajal y Rodrygo son los únicos que quieren trabajar conmigo", recordó.
"Hay algún otro jugador que me dice que le gustaría empezar a trabajar conmigo, pero los médicos les dicen que 'no se les ocurra'. Al terminar la Liga no sé nada del Real Madrid hasta noviembre del 23, que me vuelven a llamar para trabajar con Carvajal y Arda (Güler) toda esa temporada 23-24. Los médicos les dicen que no lo hagan y me dicen que mi trabajo no sirve para nada", agregó, durante la conversación con el citado medio.
Un entorno de trabajo tóxico
La nutricionista contó lo mal que la trataron sus supuestos compañeros: "Los Servicios Médicos crean un ambiente hostil desde el minuto uno. El primer día me dicen que estoy allí por un capricho del presidente, pero que ellos saben manejarle y que hace todo lo que ellos quieren, y que van a manipularle para convencerle de que estoy loca y que me eche", dijo.
Por no hablar de las presuntas trampas que le ponían para quedar mal de cara a Florentino: "Los médicos y un fisio me dan órdenes (en el pasillo) constantemente de parte del presidente. Básicamente, que me esconda y que no haga nada, pero viene el presidente en persona a decirme qué quiere que haga, que es totalmente diferente a las órdenes que me daban supuestamente 'de parte del presidente'", indicó.
"Trabajo con mucho miedo, sin descanso y muy frustrada, porque siento que lo que hago no vale para nada, pero sigo haciéndolo cada día sin descanso hasta el 4 de agosto. Esas pautas que mando cada día, además, sé que no las llevan a cabo desde los servicios médicos y que les dan otras cosas diferentes a las que yo propongo", añadió.