Es cierto que sólo son dos partidos en casa y que los rivales no han sido lo suficientemente consistentes como para mirar al futuro. Pero tras vencer al recién ascendido Oviedo (2-0) y luego al Girona (5-0) en la Cerámica, el Villarreal ya ha dado muestras de un buen trabajo de equipo y, sobre todo, de una notable eficacia.
El traspaso de Yeremy Pino al Crystal Palace el viernes, por 30 millones de euros, fue una sorpresa, pero la armada ofensiva de los Groguets se reforzó de inmediato. Ese mismo día, el internacional español ya tenía a su sustituto: Georges Mikautadze, comprado por 30 millones de euros más una posible prima de 5 millones. Un precio que haría palidecer a 17 de los 18 clubes de la Ligue 1. El internacional georgiano se convierte así en el traspaso más caro de la historia del club.
Casi 200 millones de euros vendidos en 2 años
Si el Villarreal compra caro, es porque vende caro. Y en este sentido, el club rara vez ha fallado en los últimos años.
En sólo una temporada, Tierno Barry fue tasado en 30 millones de euros, y el Everton se embolsó el dinero por una plusvalía de 10 millones. Con una excelente unidad de ojeadores, el Villarreal sabe cómo entrenar, post-entrenar y reclutar. Esto también les permite recuperar dinero a posteriori. Así ocurrió con el traspaso de Nicolas Jackson del Chelsea al Bayern , antes de que se frustrara la operación, y podría ocurrir con Samuel Chukwueze si abandona el Milan en las próximas horas.
Esta capacidad para adelantar a sus jugadores no es nada nuevo, pero era necesario reactivar la máquina tras la marcha en septiembre de 2022 deUnai Emery, el técnico que ofreció el primer trofeo de la historia del club, la Europa League ganada al Manchester United. Su 4-3-3 fue un tremendo éxito, pero hubo que esperar 18 meses para volver al submarino amarillo, tras los olvidables interludios encarnados por Quique Setién, Fran Escribà y Pacheta. Con Marcelino en el banquillo desde noviembre de 2023, el 4-4-2 se ha convertido en la norma y probablemente sea el mejor sistema para exponer a los jugadores destinados a quedarse temporalmente en La Cerámica.
De las 10 mayores ventas, siete se produjeron en las dos últimas temporadas: Álex Baena (42 millones de euros), Jackson (37 millones), Pau Torres (33 millones), Alexander Sörloth ( 32 millones), Pino (30 millones), Barry (30 millones) y Filip Jörgensen (24,5 millones), por un total de 194,5 millones de euros. Sin olvidar a Chukwueze, 13º de la lista, vendido al Milan por 21,1 millones de euros.
La capacidad del Villarreal para colocar a sus fichajes en la mejor posición posible para exhibirlos lo convierte en un trampolín. Comerciar con regularidad manteniendo la ambición colectiva no es algo que todos puedan conseguir, y la tranquilidad del submarino amarillo proporciona un caldo de cultivo prácticamente único en la Liga.