Para Eslovaquia no iba a ser sencillo repetir la excelente victoria por 2-0 ante Alemania con la que arrancó su fase de clasificación para el Mundial, aunque al menos podía consolarse sabiendo que ya tenía asegurada, como mínimo, una plaza en la repesca. Eso era positivo, porque Alemania estaba decidida a no dejar la clasificación para su 21º torneo en manos del azar y abrió el marcador cuando Nick Woltemade, sin marca, cabeceó con seguridad el centro de Joshua Kimmich, superando a Martin Dúbravka en el minuto 18.
El portero eslovaco respondió bien ante un disparo de Serge Gnabry en un mano a mano, pero el extremo del Bayern se tomó la revancha poco después, empujando a la red un buen pase de Leon Goretzka. Sin embargo, los anfitriones no se conformaron con el 2-0 y dejaron el partido sentenciado antes del descanso, anotando dos goles más. Sané, decidido a responder a la confianza de Julian Nagelsmann tras ser convocado por primera vez en este ciclo de clasificación, marcó tras superar a Dúbravka, y luego Florian Wirtz recuperó el balón de forma brillante y puso un centro preciso al segundo palo, donde Sané volvió a aparecer para marcar solo cinco minutos después.

Baku y Ouédraogo hacen el set
La segunda parte ha comenzado con Sané viendo cómo le negaban el primer hat-trick de su carrera, cuando su disparo tras un tiro libre indirecto fue desviado por Ivan Schranz. Alemania bajó el ritmo, pero las sustituciones le dieron aire fresco y una de ellas ha terminado en el quinto gol, cuando Ridle Baku recibió el balón de Gnabry y remató al primer palo, logrando su primer gol internacional en más de cuatro años. Assan Ouédraogo hizo lo mismo menos de dos minutos después de debutar internacionalmente, aprovechando un pase de Sané para igualar la mayor derrota de la historia de Eslovaquia.
Al menos Eslovaquia evitó que ese récord aumentara, pero aun así ha sido una actuación que deberá dejar atrás rápidamente antes de las próximas eliminatorias si quiere alcanzar su segunda presencia en un Mundial desde que es una nación independiente. Alemania, por su parte, ya puede reservar sus vuelos a Norteamérica para el próximo verano, donde buscará conquistar el mayor trofeo del fútbol por quinta vez e igualar el récord de Brasil.
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