"El partido fue muy intenso, como esperábamos, los dos equipos mostraron su mejor versión", dijo Luis Enrique en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta.
"Estamos contentos, al final el partido fue un poco loco, con uno y dos jugadores menos fue muy difícil", añadió, en referencia a las expulsiones de Willian Pacho y luego Lucas Hernández.
Durante la temporada, "demostramos que no somos un equipo violento que quiere cometer errores", subrayó el asturiano.
"Algunas decisiones fueron extrañas y las aceptamos, pero creemos que algunas tarjetas fueron injustificadas. No era fácil con once hombres contra once, y tras la primera tarjeta roja se complicó, y luego con dos jugadores menos fue un poco una lotería", comentó el técnico. Luis Enrique no suele comentar las decisiones arbitrales.
"Al final, cualquier equipo podría haber ganado, y el Bayern también hizo un muy buen partido", dijo.
En cuanto al PSG, "durante la temporada hablamos de resiliencia, este es un equipo con resiliencia, como nuestra afición. Somos un equipo que está preparado para la competición en cualquier momento, sea cual sea el resultado", se entusiasmó Luis Enrique.
Por su parte, el entrenador del Bayern, Vincent Kompany, expresó su decepción: "No hemos sido recompensados, pero era exactamente la actuación que necesitábamos contra el PSG. Ellos cometieron un error, ellos otro, y lo único que es una pena es que no tuviéramos prórroga. Hoy era factible, pero así es el fútbol, se reduce a los detalles, podría haber sido 1 o 2-0 para nosotros. Ha sido un partido muy intenso a un nivel altísimo".
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