El documento, descrito por un administrador judicial contactado por la AFP como "una carta de intenciones no vinculante en esta fase", podría influir en la decisión del tribunal de comercio de autorizar al Girondins a proseguir con su plan de continuación, o podría ser considerado como un plan de cesión si el tribunal lo considera serio.
El martes, el Girondins, en suspensión de pagos desde el verano pasado y que ha fracasado en su intento deportivo de volver a subir a la división nacional al final de la temporada, debe defender ante el tribunal su plan de continuación, que ha reducido su deuda de 94 millones de euros a 26 millones reembolsables en un máximo de 10 años.
Los acreedores, agrupados por clases de afectados (agrupados por estatus, prioritarios o no, y por interés económico común), votarán para aceptar o rechazar las sumas propuestas, y se espera un veredicto sobre la viabilidad del plan entre el 10 y el 17 de junio.
¿Podría el expediente presentado por Kahn y sus socios anular este escenario y ser juzgado por el organismo como una "mejor oferta", es decir, con más probabilidades de asegurar el futuro del club que el actual plan de continuación? La respuesta se dará el martes.
Interés del alemán
Oliver Kahn, de 55 años, se interesó por primera vez por el Girondins en enero, cuando él y su socio, el ex presidente del Olympique de Marsella Jacques-Henri Eyraud, visitaron Burdeos al mes siguiente para entrevistarse con el alcalde de la ciudad, Pierre Hurmic, y la presidenta de la autoridad metropolitana, Christine Bost.
El 11 de abril, Kahn anunció en un podcast producido por el diario alemán Bild que había ofrecido 30 millones de euros para comprar el Girondins, añadiendo que había acompañado esta oferta con "pruebas de estos fondos".
En aquel momento, explicó que llevaba "mucho tiempo en intensas conversaciones con los propietarios y accionistas sobre una posible entrada (en el capital del club, nota del redactor). No es fácil, es muy complejo, pero hemos dado el primer paso proponiendo 30 millones de euros".
En varias ocasiones, el actual propietario, Gerard López, ha indicado que no tiene intención de vender el Girondins, pero que está abierto a la llegada de accionistas minoritarios.
Bajo su gestión desde 2021, el Girondins descendió a la Ligue 2, y después, el pasado verano, se puso bajo la tutela del tribunal de comercio, abandonando su estatuto profesional y su centro de formación, y hundiéndose en la National 2.