Sólo uno de los 15 enfrentamientos anteriores entre estos dos equipos se decidió por un margen superior a un gol, y los dos apenas pudieron separarse de nuevo en una primera parte muy disputada.
Los protagonistas portugueses en la línea de banda, que antes de Navidad habían firmado marcadores opuestos (3-0), optaron por sistemas similares, anulándose mutuamente antes del descanso.
Diogo Dalot y Gonçalo Guedes no lograron poner en aprietos al guardameta rival con sus disparos. Jørgen Strand Larsen y Lisandro Martínez amenazaron con sendos remates de cabeza bien dirigidos, pero fueron los brillantes pies de Matheus Cunha los que sobresalieron en una mitad de muy escasa calidad en las áreas ofensivas.
La solidez de los Wolves resultó especialmente sorprendente, dado que sólo el Southampton ha encajado más goles en casa esta temporada en la Premier League, aunque el hecho de que los Diablos Rojos no hayan visto puerta en seis ocasiones en esta competición ya puso de manifiesto sus problemas.
Los hombres de Ruben Amorim necesitaban mejorar, pero su tarea se complicó mucho a los dos minutos de la reanudación, cuando Bruno Fernandes le sacó la segunda tarjeta amarilla por una entrada a Nélson Semedo.
Con ventaja numérica, los Wolves tuvo el balón en sus botas instantes después, aunque el cabezazo de Larsen fue anulado por fuera de juego. Sin embargo, las celebraciones no se interrumpieron a la hora de juego, cuando los lobos se adelantaron en extrañas circunstancias.
Cunha lanzó un córner desde dentro que se escapó de todos, incluido el guardameta del United André Onana, y los hombres de Amorim encajaron un gol de córner por segunda vez en tres partidos.

Los suplentes Casemiro, Antony y Alejandro Garnacho dispusieron de media ocasión en la búsqueda de un empate que parecía improbable.
Pero su constante falta de peligro acabó minando sus esfuerzos por remontar, y un gol de Hwang Hee-chan al filo del descanso les condenó a una tercera derrota consecutiva en todas las competiciones.

Los Wolves, por su parte, mantuvieron su portería a cero por primera vez desde enero, y salieron de la zona de descenso gracias a su segunda victoria en casa esta temporada, convirtiendo a Pereira en el primer entrenador que gana sus dos primeros partidos en la máxima categoría desde la década de 1970.

Jugador Flashscore del partido: Matheus Cunha (Wolverhampton Wanderers)