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Gyokeres, la pieza que faltaba en el puzzle de Mikel Arteta en el Arsenal

Viktor Gyokeres, del Arsenal, antes de su partido de pretemporada contra el Newcastle United
Viktor Gyokeres, del Arsenal, antes de su partido de pretemporada contra el Newcastle UnitedRoslan RAHMAN / AFP / AFP / Profimedia
Ha sido una de las negociaciones de traspaso más largas e interminables de las últimas temporadas, pero finalmente el Arsenal ha encontrado a su hombre tras llegar a un acuerdo con el Sporting CP por el delantero Viktor Gyokeres por un valor de hasta 64 millones de libras.

El internacional sueco ha estado durante mucho tiempo en el punto de mira de varios grandes clubes europeos tras su sensacional etapa goleadora en Portugal.

Uno de los artilleros más temidos de Europa

Fichado por solo 20,5 millones de libras del Coventry en 2023, cuando parecía que ningún club inglés quería arriesgarse por él, Gyokeres se ha convertido desde entonces en uno de los artilleros más temidos de Europa.

En 52 partidos de la temporada 2024/25, logró la sensacional cifra de 54 goles y 11 asistencias, 43 goles más que cualquiera de sus compañeros del Sporting, de los que solo dos - Trincao y Conrad Harder - llegaron a las dos cifras.

El elefante en la habitación es que Gyokeres nunca ha jugado en el máximo nivel de ninguna liga a lo largo de su carrera, si aceptamos que la liga portuguesa es una de las que están ligeramente por detrás de las "cinco grandes": Premier League, Bundesliga, Serie A, Ligue 1 y LaLiga.

Y, sin embargo, siempre ha marcado goles allí donde ha jugado. En este sentido, el hecho de que el Arsenal se meta donde otros han temido pisar no parece tanto una apuesta valiente como una decisión de traspaso bien meditada y sopesada, dadas las dificultades que atraviesa a veces el equipo de cara al gol.

Sólo un jugador del Arsenal llegó a los 15 goles la temporada pasada

Si tomamos de nuevo la temporada pasada como muestra, solo Kai Havertz llegó a los 15 goles con los Gunners en todas las competiciones... y se lesionó en febrero.

Mikel Merino, a pesar de ser centrocampista de profesión, puede estar contento con sus nueve goles, los mismos que Ethan Nwaneri, y solo uno menos que Leandro Trossard y Gabriel Martinelli (10).

Sin embargo, con Gyokeres ya asegurado,no debería ser necesario que Merino aporte esa presencia ofensiva suplementaria, salvo en las jugadas a balón parado.

Y es que Mikel Arteta ya tiene lo que tanto ansiaba: un hombre objetivo. Un delantero que no sólo sepa dónde está la portería, sino que además tenga el físico necesario para aguantar el juego y asociarse con sus compañeros, así como para alejar a los defensas de la portería y abrir espacios que puedan aprovechar Bukayo Saka y Declan Rice.

El fichaje de Gyokeres también es significativo en el sentido de que debería suponer una forma más directa de jugar por parte de los del norte de Londres. Aunque estéticamente es increíblemente agradable, el estilo del Arsenal le ha llevado a menudo a dejar pasar ocasiones que casi con toda seguridad habrían sido pan comido para alguien como el sueco.

El Arsenal se había vuelto previsible

Los Gunners también se habían vuelto muy fáciles de defender, sobre todo hacia el final de la temporada pasada, porque nos atrevemos a decir que su fútbol se había vuelto un poco predecible.

No eran aburridos de ver, ni mucho menos, aunque era evidente que no aprovechaban, al menos en la Premier League, las múltiples ocasiones de gol que se les presentaban.

Estadísticas recientes de Viktor Gyokeres
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Los 34 goles encajados en la máxima categoría de la liga inglesa deberían haber sido la base sobre la que construir un equipo campeón, pero el Arsenal se quedó corto con sólo 69 goles a favor.

Para ponerlo en contexto, el Liverpool marcó 86 e incluso el Manchester City 72 en una temporada bastante horrible para el equipo de Pep Guardiola, con todos mis respetos.

Gyokeres no sólo destaca por sus goles.

La ruta uno podría ser cosa de la próxima temporada

Siempre al ataque y dispuesto a perseguir una causa perdida, sus 26 arrancadas rápidas superaron con creces a las de cualquier jugador de su nuevo club. Los siete de Martinelli fueron la mejor actuación de los del norte de Londres en este sentido, y lo que esto indica es que los balones largos podrían convertirse en un rasgo característico.

Aunque la ruta uno es anatema para todo lo que Arteta aprecia, no tiene mucho sentido comprar un delantero de la evidente calidad de Gyokeres si no se van a aprovechar sus habilidades.

Los beneficios de una presencia más física pueden verse también en la cantidad de duelos uno contra uno en los que participó el delantero durante 2024/25. Sus 443 intentos fueron al menos 120 más que cualquier otro jugador de la plantilla del Arsenal, aunque un porcentaje de acierto del 50,3% es inferior al de varios de sus nuevos compañeros.

Está claro que Arteta querrá que Gyokeres mantenga esa agresividad en su juego, pero el delantero necesita sacar mucho más provecho de esos duelos si quiere tener éxito en el club.

De manera similar,En lo que respecta a este Arsenal, se espera que la clave sea un juego de construcción intrincado, y para ello el sueco también necesita mejorar significativamente su juego.

Gyokeres necesita mejorar un aspecto de su juego

La precisión en el pase ha sido la parte más débil de su juego, y solo un 73,2% de acierto la temporada pasada es inferior al de todos los jugadores de la plantilla de los Gunners, salvo el portero David Raya (70,5%).

Esa falta de contribución podría pasar desapercibida si logra mantener su buena racha de cara a portería. Un xG de 38,42 eclipsa los esfuerzos de los del norte de Londres, siendo el 11,11 de Havertz el mejor registro.

No cabe duda de que cuando el Arsenal está en racha, sigue siendo uno de los equipos más diligentes en el pase del fútbol europeo, que puede jugar, y de hecho juega, a los equipos fuera del terreno de juego; sin embargo, últimamente siempre se ha quedado corto cuando ha hecho falta.

El fichaje de Viktor Gyokeres será visto como el que cambiará esta situación y, siempre y cuando se aprovechen sus virtudes, no hay motivo para que no se convierta en la última pieza del costoso rompecabezas de Arteta.

Jason Pettigrove
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