El antiguo centrocampista, de 42 años, fue declarado culpable de haber pateado en la cabeza a su mujer, Georgia Barton, después de haberla lanzado al suelo durante una disputa, causando una hemorragia nasal a la víctima de 38 años.
El juez del tribunal de Westminster se mostró "convencido de que no es necesario imponer una pena de prisión inmediata" a Barton, subrayando que la pareja mantenía una "relación feliz" y que tienen un hijo pequeño.

Barton jugó entre otros para Manchester City, Newcastle y Queens Park Rangers. También pasó una temporada en el Olympique de Marsella francés (2012-2013).
En el momento de la agresión dirigía al Bristol Rovers (tercera división).