Centro de datos del Everton-Southampton
Un ambiente de carnaval bañado por el sol y teñido de tristeza dio paso a un comienzo decidido del Everton, y apenas un minuto después de que Aaron Ramsdale sacara una gran mano a Beto, los Toffees se pusieron en marcha.
Un pase en profundidad de Jarrard Branthwaite a Ndiaye en el campo del Southampton desencadenó una sucesión de pases que desgarró a los Saints, permitiendo a Ndiaye encontrar el espacio y meter el balón con el pie en la esquina inferior izquierda, desatando el delirio en Goodison Park con el 1-0.
La retirada del capitán Seamus Coleman por lesión provocó una gran ovación, y un agradecimiento personal del locutor del estadio cuando Ashley Young ocupó su lugar, y el irlandés pasó el brazalete a Jordan Pickford.
Instantes después, Beto disparó por debajo de la portería y desviado, después de que Ndiaye hiciera todo el trabajo. Afortunadamente para los Blues, Ndiaye estaba teniendo toda la suerte que se le negaba a Beto, y consiguió su doblete al filo de la hora de juego. Una mala cesión de los visitantes permitió a Dwight McNeil combinar con el delantero senegalés, que con un vistoso truco eludió a Ramsdale y marcar, completando una dominante primera parte para los Toffees.

El Everton había visto cómo se le escapaban ventajas de 2-0 en casa contra el Bournemouth, el Manchester United y el Ipswich Town a principios de esta temporada, por lo que aún había lugar para cierta inquietud entre los fieles de Goodison a medida que se desarrollaba la segunda parte.
Casi sintiéndolo, al Everton le faltó al principio algo de la cohesión que había mostrado antes, pero aun así dispuso de las primeras ocasiones importantes de la segunda parte, ya que en una escapada James Garner disparó a Ramsdale antes de que Beto rematara de cabeza por encima del larguero tras recibir un centro desde la derecha.
Simon Rusk, el técnico interino de los visitantes, vio a su equipo casi muerto y enterrado, por lo que realizó un triple cambio a la hora de juego, manteniendo viva la esperanza de un resurgimiento de los Saints.
Poco después de ese cambio radical, Pickford se vio obligado a realizar su primera parada de la tarde, al frustrar con la espinilla un remate a bocajarro de Ross Stewart tras un mal despeje de Abdoulaye Doucouré, que podría marcharse en verano.
El Everton recuperó algo de compostura, pero se le acababa el tiempo para firmar un gol en su famoso Gwladys Street End. Dominic Calvert-Lewin pudo haberlo conseguido a falta de 15 minutos para el final, pero se encontró con la presión defensiva y no pudo rematar limpiamente. Ese tanto en esa parte de la grada de Gwladys nunca llegó. Pero quedó en algo anecdótico.
Goodison Park, un estadio que fue testigo de ocho títulos de liga, una semifinal de la Copa Mundial de la FIFA, 2.791 partidos del primer equipo masculino (1.539 de ellos victorias) y 945 goles del Everton en la Premier, tuvo la despedida que se merecía.
Los evertonianos esperan un futuro mejor en el recién bautizado Hill-Dickinson Stadium, y aunque el Southampton no será visitante de la liga allí la próxima temporada, aún podría poner fin a una terrible campaña con un auténtico subidón el próximo domingo, cuando reciba al Arsenal.

Flashscore Jugador del partido: Iliman Ndiaye (Everton)