No fue porque el estilo de juego no encajara con la identidad de los Spurs, sino porque los resultados estaban muy lejos de ser aceptables.
Aunque Postecoglou tuvo que lidiar con una larga lista de lesiones en jugadores clave, eso no fue suficiente para evitar su despido.
Ahí es donde entra en escena Thomas Frank.
¿Sigue Thomas Frank siendo el hombre adecuado para el Tottenham?
El técnico danés, de perfil progresista, que venía de Brentford, parecía el antídoto perfecto ante los métodos a veces demasiado arriesgados de su predecesor.
Frank también apostaba por un fútbol ofensivo y vistoso, aunque con un punto más de rigor táctico. Al menos, eso parecía antes de su llegada.
Pero, a día de hoy, tras el 3-0 encajado ante Nottingham Forest, ya empiezan a surgir dudas sobre si el danés es el indicado para el puesto.
Al fin y al cabo, nunca antes había dirigido a un club de la envergadura de los Spurs, con todo el respeto para sus anteriores equipos.
Sexta derrota en 16 partidos
La derrota dejó a los del norte de Londres en la undécima posición con 22 puntos, solo dos por encima de Bournemouth, que marcha decimoquinto, y con seis derrotas en 16 jornadas.
Los Spurs venían de ganar a las Abejas en su anterior compromiso, cortando así una racha de cinco partidos sin victoria, y partían como favoritos en el City Ground.
Sin embargo, Sean Dyche ha demostrado muchas veces en su carrera que, aunque el fútbol de sus equipos no sea el más vistoso, puede ser tremendamente eficaz.
Para que el Tottenham pudiera llevarse los tres puntos a la capital, tenía que sudar sangre, sudor y lágrimas. Y debía ganárselos en el campo.
El 4-2-3-1 de los locales fue un calco del planteamiento visitante, con Elliot Anderson e Ibrahim Sangare formando un dúo imponente por delante de la defensa.
No sorprende que el primero fuera el jugador con más intervenciones del partido (84), y su despliegue fue clave para que los del norte de Londres no pudieran generar peligro en ataque.
El hambre insaciable de Anderson y Sangare
Ambos recuperaron el balón en seis ocasiones distintas, pero fue su insistencia por incomodar al Tottenham lo que limitó las opciones de los visitantes en la zona central.
Esto permitió a Callum Hudson-Odoi y Omari Hutchinson hacer mucho daño por ambas bandas.
Pedro Porro y Djed Spence se vieron obligados a defender mucho más de lo que pudieron incorporarse al ataque por los costados.
Hudson-Odoi acabó firmando un doblete, ambos tantos asistidos por Sangare (que luego recibió la devolución del favor), aunque la aportación de Hutchinson también merece reconocimiento.
Hutchinson, un dolor de cabeza para el Tottenham
De los once del Forest, el joven de 22 años fue quien más remató (tres), más ocasiones generó (dos), más centros intentó (cuatro), más regates completó (tres), más duelos ganó (tres) y más balones recuperó (ocho).
Si hay que ponerle un pero, solo siete de sus pases al último tercio llegaron a destino. Aunque aún tiene margen de mejora, su actuación global fue sobresaliente.
En cambio, los Spurs fueron superados en casi todos los duelos, y la falta de actitud de varios jugadores empieza a ser una tendencia preocupante para Frank y su cuerpo técnico.
Un único disparo a puerta, obra de Archie Gray, fue el pobre balance ofensivo de los visitantes. Por su parte, Micky van der Ven completó 50 pases buenos —el que más del Tottenham—, de los cuales 15 fueron a su compañero de zaga, Cristian Romero, y ocho al portero, Guglielmo Vicario.
Otros siete fueron para su lateral izquierdo, Spence, lo que significa que más de la mitad de sus pases se quedaron en la línea defensiva.
Sin chispa ni ideas de Kudus y compañía
El habitualmente creativo Mo Kudus solo completó 21 pases buenos en el partido, de los cuales 10 —no siempre hacia adelante— fueron para Pedro Porro, y otros ocho para Xavi Simons en el centro del campo.
La presión de los jugadores del Forest le obligó a adoptar un rol más defensivo, y sus tres entradas en los primeros 25 minutos así lo demuestran. Solo en seis ocasiones, en sus 80 partidos de Premier League, había sumado más en un solo encuentro.
La falta de chispa e ideas —no solo de Kudus— fue lo que condenó al Tottenham, que nunca estuvo cerca de ganar ante un once local muy motivado y decidido a alejarse de la zona baja de la tabla.
Quizá el dato más preocupante del partido es que Richarlison solo tocó el balón 16 veces y apenas completó tres pases buenos. Si no alimentas a tu delantero, es imposible marcar goles.
Los próximos partidos ante Liverpool, Crystal Palace y Brentford cobran ahora una importancia especial. Si el nivel de juego y los resultados no mejoran, Frank podría empezar a mirar de reojo su futuro cuando arranque el nuevo año.
