En un cruce crucial en la carrera por la Liga de Campeones, Roma y Fiorentina dieron vida a un acalorado y significativo enfrentamiento. Los giallorossi salieron airosos, liderados por el decisivo tanto de Artem Dovbyk, autor del 1-0 que les dio la cuarta plaza provisional.
Los Viola se quedan ahora con 59, en octava posición, con la cabeza puesta ahora en el partido de vuelta de semifinales de la Conference League, el jueves.
Dovbyk desata la ira de Palladino
Hubo mucho de táctica y de físico en la primera parte en el Estadio Olímpico, con Dovbyk y Kean como protagonistas de intensos duelos por detrás de la portería en un intento de poner por delante a sus respectivos equipos. Fue la Fiorentina quien construyó las primeras ocasiones reales tras unos 20 minutos: dos centros acabaron en Kean, que remató en ambas ocasiones con dos potentes derechazos que fueron repelidos por un extraordinario Svilar, decisivo primero en su salida y después con una intervención de puro instinto.
La Roma sólo respondió en los últimos minutos, en el 47', con Shomurodov recogiendo un despeje en corto de la defensa viola e intentando una volea: su disparo fue bien dirigido pero desviado a córner por un atento De Gea.
En pleno esfuerzo de los giallorossi a medida que se acercaba el descanso, la Roma golpeó: en un centro desde la izquierda, Shomurodov centró para Dovbyk, que se quedó solo en el segundo palo para el más fácil de los remates. Con esta asistencia, el delantero uzbeko se convirtió en el único jugador del Roma en esta Serie A capaz de sumar al menos cuatro goles y cuatro asistencias (4+4).
El Estadio Olímpico estalló, mientras desde el banquillo viola Palladino montaba en cólera: vibrantes protestas contra el árbitro, culpable -según el entrenador- de no haber pitado el final de la primera parte a pesar de que la remontada ya había expirado.

Ranieri se cubre y vuelve a ganar
La reanudación comenzó con ambos entrenadores dispuestos a modificar la disposición de sus equipos en busca de una reacción. El técnico de la Fiorentina eligió a Fagioli para infundir más movilidad y creatividad en el centro del campo, mientras que Ranieri optó por Pisilli, confiando en la frescura y el físico del joven para aprovechar cualquier espacio.
Los espacios para la Roma, sin embargo, fueron limitados en los primeros minutos de la segunda parte, con la Fiorentina haciéndose con el control del juego en busca del empate. Tras un intento de Kean, Mandragora estuvo a punto de marcar, pero Svilar, una vez más, respondió con prontitud, rechazando el disparo.
A pesar de la presión ejercida por la Fiorentina, los giallorossi no bajaron la guardia. Con las incorporaciones de Gourna-Douath y Baldanzi y la salida de Dovbyk, Ranieri optó por una estrategia aún más defensiva y de contraataque, logrando en los últimos 15 minutos aguantar la actitud ofensiva de los Viola, que metieron a Beltrán, Gudmundsson y Colpani, ahora completamente desequilibrados en ataque.
Los cambios de Palladino no dieron fruto, y Kean volvió a intentar superar a Svilar con un derechazo dentro del área, pero el guardameta serbio respondió con una contundente intervención, manteniendo su portería a cero entre los cánticos de apoyo de la afición giallorossi. Las decisivas paradas de Svilar permitieron a la Roma sumar otros tres puntos, consolidando al equipo de Ranieri como el equipo más en forma del momento en el fútbol italiano.

Jugador Flashscore del partido: Svilar (Roma)