Fue una tarde difícil y tensa en San Siro, marcada por vibrantes protestas y un ambiente inusual en las gradas. A pesar de todo, el Milan logró sumar los tres últimos puntos de la temporada al imponerse por 2-0 al Monza, ya descendido. Un cabezazo de Matteo Gabbia desatascó el partido, mientras que João Félix cerró el marcador con un perfecto lanzamiento de falta, asegurando el resultado final.
Condiciones meteorológicas surrealistas el Diavolo
No era un partido cualquiera entre el Milan y el Monza. No tanto por el peso deportivo -irrelevante a efectos de clasificación- como por el inequívoco mensaje lanzado por la afición rossonera: "Go Home". Una señal fuerte y directa al equipo y sobre todo a la dirección: tolerancia cero. Por la tarde, tuvo lugar una manifestación de protesta frente a Casa Milan, seguida de 15 minutos de cánticos contra el club dentro de San Siro, antes de que la Curva Sud decidiera abandonar simbólicamente su sector, dejándolo vacío.

El equipo de Conceição, visiblemente afectado por el tenso clima, se mostró apagado y desconectado: ritmo comprimido, pocas ocasiones significativas y un ensayo carente de mordiente contra el Monza, liderado por Alessandro Nesta, probablemente su último en el banquillo de la Brianza. La diferencia técnica entre las dos formaciones nunca se percibió realmente, y pese a la "necesidad" de asegurar los tres puntos para evitar la ronda preliminar de la Coppa Italia, el Milan fue incapaz de imponerse, al menos en la primera parte.
Sólo dos conclusiones en el espejo para los rossoneri, firmadas por João Félix y Pavlović, ambas neutralizadas fácilmente por Pizzignacco. En el lado opuesto, los "biancorossi" jugaron con la cabeza despejada y al final de la fracción se aprovecharon de una desatención defensiva rossonera: Keita Baldé perforó a Maignan a asistencia de Birindelli, pero el gol fue anulado por fuera de juego del jugador exterior del Brianza.
Un derbi lombardo pobre en emociones, en el que el Milan volvió a fallar en el planteamiento: 45 minutos decepcionantes, cerrados entre los silbidos de los aficionados que permanecieron en las gradas tras la protesta de la Curva Sud.

Camarda 'lo enciende' en San Siro, Gabbia y João Félix aciertan
Para intentar hacer menos amargo el final de una temporada marcada por la decepción y la tensión, Conceição decidió apostar por el talento de Francesco Camarda. El joven delantero fue introducido al comienzo de la segunda parte junto con Chukwueze, en un intento de desbloquear un partido que seguía clavado en la mediocridad.
En el surrealista silencio de San Siro, Camarda intentó enseguida dejar su impronta con un dardo: sombrero sobre Carboni en el área y volea con la derecha bien neutralizada por Pizzignacco. Pulisic, uno de los jugadores más activos, también trató de agitar a los rossoneri, pero sus intentos se estrellaron bajo una Curva Sud desierta, símbolo elocuente de la fractura con el entorno.
A la mediocre actuación general del Milan se sumó la mala suerte, con un remate de cabeza de João Félix en el área que se estrelló en el larguero. El gol del 1-0, sin embargo, llegó poco después: en el minuto 64, fue Matteo Gabbia quien deshizo el empate, rematando de volea un saque de esquina botado por Chukwueze y firmando la ventaja rossonera.
Poco después, con el partido desbloqueado, llegó el doblete firmado por João Félix, que convirtió con un preciso derechazo un lanzamiento de falta suave por encima de la barrera, no detenido por Pizzignacco. Fue un gol que sentenció definitivamente el partido, que acabó 2-0 en la segunda parte gracias a una gran parada de Maignan a cabezazo de Akpa Akpro en los minutos finales.
El resultado final, sin embargo, no cambió el estado de ánimo: el Monza descendido, el Milan llamado a reconstruirse desde cero.

Jugador Flashscore del partido: João Félix (Milán)