Decidido a conseguir su séptima victoria consecutiva en la Serie A, la Roma afrontó el complicado partido a domicilio en la Via del Mare, donde tuvo que lidiar con la viveza y determinación del equipo de Giampaolo, impulsado por la necesidad de escalar posiciones debio a una situación clasificatoria cada vez más delicada. Sin embargo, la urgencia de los Salentini por marcar se topó con la ferocidad de Dovbyk, el artífice de la contienda con un zurdazo quirúrgico que dio la victoria por 0-1 a los de Ranieri.
A la Roma y al Lecce les falta pegada
En la primera parte se vio a dos equipos proactivos pero también ingenuos, capaces de llegar al área contraria sin poder concretar. Los dos equipos ofrecieron una primera parte viva y con buen ritmo, creando varias ocasiones, pero les faltó mordiente en el último tercio del campo, donde carecieron de la pegada necesaria para desbloquear el resultado.
La primera ocasión del partido estuvo en los pies de Angeliño, que increíblemente chutó desviado tras superar a Falcone, con la portería completamente desguarnecida. Instantes después, gracias a una presión alta y constante de la lupa, Koné aprovechó un error en la fase de creación de los locales, robando el balón a Ramadani en el área y disparando a puerta, pero encontrando en su camino un auténtico milagro del defensa salentino.
En el otro bando, el Lecce no fue menos, y sus venenosos contraataques pusieron en apuros a la defensa giallorossa. Un potente derechazo de Helgason acabó fuera por poco. Más tarde, tras un buen pase por la izquierda, Gallo intentó un disparo diagonal con la izquierda, que paró con seguridad Svilar, que mantuvo el empate, al igual que Falcone. Así pues, el resultado terminó 0-0 al final de la primera parte.
Despertar y rugido de Dovbyk
Al término del habitual descanso, los chicos de Giampaolo regresaron al terreno de juego con mayor determinación, acelerando el ritmo y aprovechando un tímido inicio de su rival para elevar su centro de gravedad e intentar adelantarse en el marcador.
Krstovic estuvo a punto de adelantar al Lecce justo antes de la hora de juego con una volea desde el centro del campo ante la salida de Svilar, pero su repentino disparo se marchó fuera por poco, provocando la incredulidad de los aficionados de Via del Mare.
Tras respirar aliviados, los de Ranieri volvieron a crear peligro y asaltaron la portería del Lecce. Por primera vez en el partido, Dovbyk, libre de la marca de Gaspar, lanzó un zurdazo hacia la portería, pero encontró la pronta respuesta de Falcone. Poco después, a la salida de un saque de esquina, los de la capital italiano parecían haber desbloqueado el resultado con un gol de Mancini, tras un pase al segundo palo del delantero ucraniano. El gol, sin embargo, fue anulado tras un largo control del VAR, que detectó una posición de fuera de juego del defensa giallorosso.
Al final, tras la decepción del gol anulado, los visitantes aún lograron abrir el marcador en el minuto 80, cuando Dovbyk quebró la resistencia de Baschirotto, zafándose con determinación y encontrando espacio para perforar la meta contraria. Tras una finta en la línea de fondo, colocó en el primer palo un zurdazo raso ante el que no pudo hacer nada Falcone. Un gol decisivo que decantó el partido a favor de la Roma de Ranieri.
Una victoria, la séptima consecutiva en la Serie A, que catapulta a los romanistas a la sexta plaza, momentáneamente por delante de la Lazio y a tres puntos de la Juventus. El Lecce, por su parte, sigue en la cuerda floja, decimoséptimo a sólo dos puntos de la zona de descenso, una posición que preocupa a Giampaolo.
Jugador Flashscore del partido: Artem Dobvyk (Roma).