Es el gran tapado. En las casas de apuestas su victoria ante el Real Madrid podría hacer millonario a más de uno. No hablar ya de levantar el título de la Supercopa, que ya ganaron en una ocasión. Pero mal harían los de Ancelotti y, luego los de Flick o Valverde, en fiarse de los bermellones.
Este Mallorca es un sólido equipo que sabe muy bien cuáles son sus habilidades y cómo explotarlas esté quien esté delante. Es lo que ha hecho que esté peleando en la zona noble, dispuesto a ganarse un billete para competiciones europeas la próxima temporada. De momento, ahí está, sexto con 30 puntos. Cierto que ha jugado un partido más que su más inmediato perseguidor, la Real Sociedad, pero ésta tiene 25 puntos. Ni ganando este fin de semana podrán quitarle el puesto de Europa League a los baleares.
Como premio a su gran campaña, y también porque así hace más 'familia', Arrasate, una de las claves del buen hacer mallorquinista, se ha llevado a toda su plantilla para afrontar esta Supercopa de España, que llega después de perder la final de la pasada edición de la Copa del Rey en los penaltis ante el Athletic de Bilbao.

Un éxito que no podrán repetir esta campaña al haber caido en 1/16 de final ante el Pontevedra por un contundente y sorpresivo 3-0. Una eliminación que ha dolido, pero que no ha minado la moral de un conjunto que quiere luchar por su segundo título en este torneo. De momento, el primer escollo, el Real Madrid.